”La más bella y perfecta Carta
Constitucional democrática, republicana, federal, que los valientes
entrerrianos dieron a costa de su sangre preciosa, venciendo en Caseros al
centralismo odioso de los espurios hijos de la culta Buenos Aires, ha sido
violada y mutilada desde el año sesenta y uno hasta hoy, por Mitre y su círculo
de esbirros.
”El pabellón de Mayo, que radiante de
gloria flameó victorioso desde los Andes hasta Ayacucho y que en la desgraciada
jornada de Pavón cayó fatalmente en las ineptas y febrinas manos del caudillo
Mitre —orgullosa autonomía porteña del partido rebelde—, ha sido cobardemente
arrastrado por los fangales de Estero-Bellaco, Tuyutí, Curuzú y Curupaytí.
”Nuestra Nación, tan feliz en
antecedentes, tan grande en poder, tan rica en porvenir, tan engalanada en
glorias, ha sido humillada como una esclava, quedando empeñada en más de cien
millones de pesos fuertes y comprometido su alto nombre a la vez que sus
grandes destinos por el bárbaro capricho de aquel mismo porteño que, después de
la derrota de Cepeda, lacrimando juró respetarla.
”Compatriotas: Desde que aquél usurpó
el Gobierno de la Nación, el monopolio de los tesoros públicos y la absorción de
las rentas provinciales vinieron a ser el patrimonio de los porteños,
condenando al provinciano a cederles hasta el pan que reservara para sus hijos.
Ser porteño es ser ciudadano exclusivista, y ser provinciano es ser mendigo sin
patria, sin libertad, sin derechos. Esta es la política del gobierno de Mitre.
”Tal es el odio que aquellos
fratricidas tienen a los provincianos que muchos de nuestros pueblos han sido
desolados, saqueados y guillotinados por los puñales de los degolladores de
oficio, Sarmiento, Sandes, Paunero, Campos, Irrazábal y otros varios oficiales
dignos de Mitre.
”Empero, basta de víctimas inmoladas
al capricho de mandones sin ley, sin corazón y sin conciencia. Cincuenta mil
víctimas hermanas, sacrificadas sin causa justificable, dan testimonio
flagrante de la triste e insoportable situación que atravesamos y que es tiempo
ya de contener.
”¡Valientes Entrerrianos! Vuestros
hermanos de causa en las demás provincias os saludan en marcha al campo de la
gloria, donde os esperan. Vuestro ilustre jefe y compañero de armas, el
magnánimo Capitán General Urquiza, os acompañará y bajo sus órdenes venceremos
todos, una vez más, a los enemigos de la causa nacional.
”A él y a vosotros obliga concluir la
grande obra que principiasteis en Caseros, de cuya memorable jornada surgió
nuestra redención política consignada en las páginas de nuestra hermosa
Constitución, que en aquel campo de honor escribisteis con vuestra sangre.
”¡Argentinos, todos! ¡Llegó el día de
mejor porvenir para la Patria! A vosotros cumple ahora el noble esfuerzo de
levantar del suelo ensangrentado el pabellón de Belgrano para enarbolarlo
gloriosamente sobre las cabezas de nuestros liberticidas enemigos.
”Compatriotas: ¡A las armas!… ¡Es el
grito que se arranca del corazón de todos los buenos argentinos!
”¡Abajo los infractores de la ley!
¡Abajo los traidores a la Patria! ¡Abajo los mercaderes de cruces en la
Uruguayana, a precio de oro, de lágrimas y de sangre Argentina y Oriental!
”¡Atrás los usurpadores de las rentas
y derechos de las provincias en beneficio de un pueblo vano, déspota e
indolente!
”¡Soldados federales! Nuestro
programa es la práctica estricta de la Constitución jurada, el orden común, la
paz y la amistad con el Paraguay y la unión con las demás Repúblicas
Americanas. ¡Ay de aquel que infrinja este programa!
”¡Compatriotas Nacionalistas! El
campo de la lid nos mostrará al enemigo; allá os invita a recoger los laureles
del triunfo o la muerte, vuestro Jefe y amigo.”
Firma: FELIPE VARELA
6 de Diciembre de 1866
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