Lo que dijo el expositor macrista Longobardi, es que la “pobreza estrafalaria” es lo que afecta a la “democracia” de los poderosos. Su respuesta, es anunciar una “sorpresa” autoritaria. En línea al norte del continente americano, jugado en la justificación y el retorno del neoliberalismo, no sale a hablar de golpe de Estado de nuevo tipo al cuete. Sale cuando los sectores corporativos a los que responde, lo exigen. Es al momento en que Rodríguez Larreta decide embestir al gobierno nacional en medio de la pandemia y enfrentar desde el privilegio de la ciudad en la que es jefe municipal. El preso número nueve Rodríguez Larreta salió de mala gana a hacer su papel. Es posible que el espionaje del mamerto lo haya apretado contra la pared obligándolo a realizar un papel que, además de ser triste, no era el que pregonaba en días previos. A fines de marzo, el hijo de Franco se reunió con los intendentes bonaerenses del grupo Dorrego, y establecieron que no iban a aceptar un candidato a gob