Desde antaño, el ser humano ha buscado la forma de transmitir a través del tiempo, su valiosa herencia cultural y sus conocimientos, y a su vez, preservarlos. Sus orígenes son un tanto inciertos, aunque estamos seguros que su presencia, se manifiesta en nuestros antepasados de la prehistoria cargado de simbolismo, enseñándonos su cacería y estilo de vida. El libro, del latín liber, en su definición, no es más que una obra impresa en una serie de hojas. ¿Esta insulsa concepción, continúa vigente en la actualidad para el individuo? Muchos consideramos a los libros una verdadera ventana al mundo, y a otros mundos, un sin fin de experiencias que nos enajenan de la realidad y nos permiten lograr una metamorfosis cognitiva, afectiva y hasta social. Los libros, que en diferentes épocas han sido héroes o víctimas, hoy representan la base fundamental de una cultura que se desarrolla constantemente a pasos agigantados, un desarrollo que no es solo de conocimientos, sino de reflexión