Peter Baker dice en The New York Times, al abrir su nota sobre el final de Trump y el tiempo abrupto de Biden, “Así que así es como termina. La presidencia de Donald J. Trump, desde el inicio enraizada en el enojo, la polarización y la promoción de las conspiraciones, llega a su fin con una turba violenta que irrumpió en el Capitolio instigada por un líder derrotado que intenta aferrarse al poder como si Estados Unidos fuera otro país autoritario”. Estás desconcertado y no sabés Se termina no el tiempo de Trump, que parece haber comenzado, sino el juego perverso del llamado sueño americano. Que era un presunto sueño para un país hecho de fragmentos, no de América a pesar del decir colonizado que remite solo a ellos. Baker va al facilismo clásico, al que se une cierto progresismo inspirado en una suerte de positivismo tardío, que quiere creer, y que nos sumemos, que el problema es Trump. Una reconocida periodista argentina de política internacional, explicó de modo muy sen