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Literatura

CUENTOS - POESÍAS - CRÍTICA - ENSAYOS

                      UN EPIGRAMA PARA ERNESTO CARDENAL, 
por ALEJANDRO TARRUELLA
                      Te conocí en la mesa de madera turbia de El Covadonga
                      cuando Juan Gelman me leyó “Hora cero”
                      un anochecer de primavera de Buenos Aires;
                      el río ancho frente a nuestros sueños y tus versos
                      bajo la luna sur del sur del mundo.
                                                Buenos Aires, 2 de marzo de 2020
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EL POETA Y SACERDOTE NICARAGUENSE ERNESTO CARDENAL, FALLECIÓ A LOS 95 AÑOS DE EDAD
El inmenso Ernesto Cardenal, acaba de fallecer, a los 95 años de edad. El poeta y dramaturgo nicaragüense Pablo Antonio Cuadra, escribió en 1971, sobre E. Cardenal, que
A este pueblo (nicaragüense) se le conoce universalmente por dos figuras: Rubén Darío y César Augusto Sandino. (…) En el caso de Ernesto Cardenal, cobra nueva fortuna. Se trata de un monje. Un monje absolutamente sorpresivo y peculiar: revolucionario y poeta.” Claro que además, fue teólogo, escritor, traductor, político, escultor. Una experiencia de vida notable, riquísima, popular, horizontal, empática, fue la que sucedió en la Isla Solentiname. Recuerda Pablo Cuadra: “En 1965 un grupo de amigos nos embarcamos en Granada, puerto del Gran Lago de Nicaragua, con Ernesto Cardenal, que días antes había sido ungido sacerdote. Íbamos hacia el archipiélago de Solentiname, un bello y abandonado grupo de islas situado al otro extremo de nuestro Mar Dulce. Ernesto dio misa en el barco –su nave de iglesia-, entre vuelos de cormoranes y de garzas. La isla de su fundación (Mancarrón), tenía una vieja ermita casi en ruinas y estaba llena de monte y breñales, salvaje, pero situada en uno de los paisajes más bellos del mundo. Comenzaron a llegar nativos en canoas y botes. (…) Cuatro años después la isla no ha perdido su pobreza campesina. Los isleños han formado una cooperativa y tienen en comunidad un pequeño basrco a motor para llevar los productos. (…) Poetas, artistas, peregrinos, hombres que quieren paz, hombres que buscan algo, cruzan el lago en incómodas lanchas y llegan a Solentiname, a sus silencios y a sus diálogos. Allí vive, descalzo y barbado, vestido con el traje del campesino, trabajando artesanías, haciendo esculturas, escribiendo sus poemas, leyendo, contestando correspondencia del mundo entero, predicando, llevando los sacramentos, ayudando al pueblo o escribiendo para los diarios de la capital cartas iracundas contra los abusos del poder o contra las claudicaciones de su propia iglesia, un poeta cuya poesía es hoy (1971), la más leída de América.”
Así vivió Ernesto Cardenal. Su compromiso con el pueblo nicaragüense, con sus necesidades, lo llevó a aceptar el cargo de Ministro de Cultura, cuando el sandinismo, encabezado por Daniel Ortega, llegó al gobierno en 1979. Fue Ministro hasta 1987, cuando dicho Ministerio se cerró por falta de presupuesto. En el año 1994, dejó el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), por no estar de acuerdo con la gestión de Daniel Ortega. Inmediatamente, adhirió al recién formado Movimiento Renovador Sandinista (MRS), cuyo co-fundador es el escritor Sergio Ramírez. La escritora Gioconda Belli, también apoyó al MRS.
Pero la propia iglesia, no fue condescendiente con la prédica de Ernesto Cardenal, su cosmovisión, e incluso con su forma de vivir. En Febrero de 1984, el Papa Juan Pablo II, suspendió sus derechos a ejercer el sacerdocio, por adherir a la Teología de la Liberación. Sólo treinta años después, se le levantó dicha suspensión, merced a la voluntad del actual Papa Francisco. Quizás una muestra reducida, de lo que le sucedió a Galileo Galilei.
Su obra poética es inmensa. Epigramas (1961); Salmos (1964); El estrecho dudoso (1966); El evangelio en Solentiname; Canto Nacional (1972); Oráculo sobre Managua (1973); Cántico cósmico (1989); Vida en el amor (1997), entre otros. En el año 2005, Cardenal fue nominado para el premio Nobel de Literatura, pero finalmente lo ganó el dramaturgo y poeta inglés Harold Pinter. Las miradas que pueden alzarse acerca de la obra, especialmente poética, son diversas, como los orígenes de dichas obras. El amor, el compromiso popular, la mirada crítica del mundo contemporáneo, la prédica heterodoxa del compromiso con Dios, y también la historia, tanto de Nicaragua como de América Latina. He aquí, una de sus poesías. Sencilla, profunda.

HAY UN RUMOR DE TRACTORES EN LOS PRADOS
Hay un rumor de tractores en los prados.
Los ciruelos rosados están en flor.
Mira: están en flor los manzanos.
Amado, ésta es la estación del amor.
Los estorninos cantan en el sicomoro.
Las carreteras huelen a asfalto recién regado
y los carros pasan con risas de muchachas.
Mira: la estación del amor ha llegado.
Todo pájaro vuela perseguido por otro.

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UNA NOVELA PREDIJO EL CORONAVIRUS EN 1981, Y CREA DUDAS ACERCA DEL ORIGEN DEL RELATO, 
por ALEJANDRO TARRUELLA
Sucede en una irrupción literaria que surge una dirección en la que puede ser posible investigar el surgimiento del coronavirus, cuyo nombre fue cambiado recientemente por COVID-19. Fue el escritor norteamericano Dean Koontz, quien escribió la novela llamada “The Eyes of Darkness” (“Los ojos de la oscuridad” en castellano), que se conoció en 1981 y generó ventas por millones de libros. Podría decirse que una vez más, la realidad imita a la ficción.
DE UN VIRUS A LA FAMA
Koontz narra una historia en la que un virus que se revela mortal alcanza a todo el mundo sin que existan condiciones para resolver el desastre. No en vano, el escritor nacido en Everett, Pensilvania, el 9 de julio de 1945, es comparado por el vigor de sus relatos, una especie de Stephen King.
Koontz es tan realista en su relato que hace referencia a un virus denominado Wuhan 400, creado por un científico chino, Li Chen. Quienes leyeron la novela a partir de su lanzamiento en 1981, y aún están vivos, se estremecieron por estos días al comprobar que lo que creían una ilusión propia de la ficción, se instalaba en la realidad con efectos devastadores.
Koontz revelaba la búsqueda de una madre que iba por su hijo, que suponían estaba muerto. Sin embargo, en lo inquietante de la literatura, ella recibía periódicamente mensajes en los que le reclamaba lo encuentre y la sensación materna de que su hijo estaba vivo, le daba a la novela un clima inquietante y perturbador que alistaba lectores y más lectores. El “boca a boca”, en tanto, hacia estallar las ventas en todo el mundo. Una de sus novelas, “Phantoms”, fue protagonizada en la pantalla en 1988, por Peter O’Toole y dirigida por Joe Chappelle.
Medios europeos, al referirse a la obra del escritor, reseñan sin resguardo que “El virus se llama Wuhan 400, debido a que había sido diseñado en un laboratorio a las afueras de la ciudad china”, como expresa el medio digital español “20 Minutos”. Del mismo modo, se menciona que la novela fue conocida en los años finales de la llamada “Guerra Fría”, surgida en años posteriores a los acuerdos de Yalta. Periodistas de diferentes medios se pusieron en contacto con los editores que lanzaron la novela en los Estados Unidos y no lograron tener una versión oficial, directa de las coincidencias.
DE GORKI A WUHAN
La ciudad China de Wuhan daba nombre al virus que el escritor narraba en 2008. Desde 1981 y hasta esa fecha, el virus había tenido en su novela, el nombre de Gorki-400, algo realmente extraño. Algo extraño sucedió entonces para que en ese año, cuando se producía la crisis mundial de Lehman Brothers, Koontz haya decidido dejar de usarlo y elegir a Wuhan-400.
Gorki es una ciudad industrial que forma parte de la Federación Rusa, donde se fabrican automóviles, barcos fluviales, hidroplanos y se refina petróleo
Estaba ubicada sobre el río Volga, tiene puerto y dista a casi 400 kilómetros de Moscú. Desde 1932 se la llamó Gorki en honor al gran escritor y recuperó su nombre original Nizhni Novgorod en 1990, nueve años después de que se conociera la novela. En los días de la URSS, Gorki fue una ciudad vedada a los extranjeros, por ser lugar destinado a exilios políticos internos. El disidente y científico soviético Andrei Sajarov vivió allí en esa condición hacia 1980.
Sin embargo, esta referencia es en sí misteriosa. Varios lectores han hecho notar que en la primera edición de “The Eyes of Darkness” el virus se llamaba Gorki-400, algo más lógico si se tiene en cuenta que la novela fue lanzada en los estertores de la Guerra Fría.
El portal periodístico CTV News, de Toronto, Canadá, presentó una nota de Nicole Bogart a la que tituló: “No, Dean Koontz no predijo el coronavirus en la novela de suspenso de 1981”. “”Lo llaman Wuhan-400 porque fue desarrollado en sus laboratorios RDNA fuera de la ciudad de Wuhan”, se lee en un pasaje del libro, “que se puede ver en la vista previa de Amazon de la edición en rústica de la novela publicada en diciembre de 2008.”, se revela.
Reconoce la publicación que Wuhan-400 reemplazó a Gorki-400 y niega sobre la base de la información que circula sobre el tema, que en la realidad haya incidencia humana en la creación del virus. El portal sugiere que la novela habla de una tasa de mortalidad del cien por ciento, el coronavirus presenta una tasa del 2 por ciento. Lo cual por sí solo, no permite afirmar definitivamente tal cosa. En Wuhan se encuentran complejos laboratorios biológicos con bioseguridad en nivel cuatro. Allí, Wuhan BSL-4 responde al Instituto de Virología local, que realiza investigación de alto riesgo. Que la novela haya elegido esa denominación da lugar a sospechas.
Por otra parte, “Svobodnaya Pressa”, publicación rusa, estableció que el coronavirus 2019-nCoV se conoció en 1965 y en 2015 le fue otorgada la patente por el Departamento de Justicia de Estados Unidos (patente n° 10130701). Lo registró el Instituto de Pirbright de Inglaterra, que trabaja en prevención y control de enfermedades de transmisión animal. Si a esto se le suma que el coronavirus afectó a Arabia Saudita desde 2012. En 2015, hubo sobre la base de los casos en ese país 507 muertos con intervención de la Organización Mundial de la Salud. Sin embargo, no hubo mayor difusión del caso que era tratado en medios de varios países. Entonces se acusó a los camellos, a los gatos y otros felinos, como ahora en China hasta los monos cayeron en desgracia.
Las revelaciones respecto de la novela de Dean Koontz no van sino a traer dudas acerca de cómo el escritor llegó a establecer la ciudad china como centro de escena del coronavirus. Más aún cuando previamente, la plantó en una ciudad industrial de Rusia en tiempos que aún persistía la “guerra fría”.
Para inquietar aún más a los lectores, el científico chino, Li Chen, huía a los EE.UU., en el relato del escritor. Y si falta algo más, el drama del coronavirus se extendía al mundo dramáticamente en 2020.
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El laureado escritor colombiano Gabriel García Márquez, entrevista al poeta chileno Pablo Neruda, luego de recibir éste último, el Premio Nobel de Literatura. El encuentro tuvo lugar en París, Francia, en donde residía Neruda. La televisión chilena, presentó la conversación-entrevista, sumamente rica, como nos imaginamos.

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El escritor formoseño Luis Medina Lazar, quien a fines de 2019, publicara el notable libro de relatos “El salón de las almas nuevas”, no hizo un adelanto exclusivo para CULTURA Y REGION. Se trata de dos poemas, que formarán parte de su próximo libro de poesías “Noche de amantes bohemios”, que se publicará en este año 2020.
          En forma muy generosa, Luis Medina Lazar, nos ha hecho llegar 2 poemas de su próximo libro, poemas que reproducimos a continuación.
      CARNAVAL
Disfracemos al carnaval
bajo el penoso frío.
Resucitemos a la esperanza
con abrazos sin sentido.
¿Me permiten galopar
en el campo del olvido?
Quiero escarpar del llanto,
De la soledad y el hastío
Y cuando me haya ido
a un horizonte perdido.
Lejos del ruido de las máscaras
Que quieren ser amigas…
Colúmpienme con la nostalgia,
para rememorar abrigos…

 AMISTAD
¿Te acuerdas de los juegos de niños?
Jugábamos un sueño y atrapábamos miradas
con nuestros rostros inocentes.
La tecnología era cosa del cine
y la música tartamudeaba la púa
de aquel tocadiscos.
El café con leche era un juego y
una merienda de lujo…
El teléfono cortado me hacía sentir el perfume
De la vecina que adoraba…
¿Dónde fueron esos sueños?
Los niños que fuimos se perdieron en los callejones
del olvido.
Tristes quedaron nuestras almas,
como el muñeco de un ventrílocuo,
que ya no respira.
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El pasado 12 de Febrero, se presentó el último libro "Historia política de la Sociedad Rural", cuyo autor es el escritor y periodista Alejandro Tarruella. Como se observa en el vídeo, el evento tuvo lugar en la Usina del Pensamiento Nacional y Popular (UPNP), sito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El autor, se refirió al libro, a su significado e incluso a la importancia política del mismo. Previamente, aludieron al mismo, la referente del MNCI Catalina Highton, y el productor agropecuario Pedro Peretti.
Acerca del texto, que además ya fue traducido para la Universidad de Milán, Tarruella, señala que: "procuro ofrecer una mirada desde la investigación periodística. Cuando nace la SRA, hay un escenario con la Guerra de Secesión, y la masacre del Paraguay. En ambos casos, el algodón, su producción y sus costos, tenían un protagonismo singular en esas contiendas".
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NOVELA DE MALEVOS, EN FORMOSA
De reciente aparición en Formosa, la novela Destino Malevo (basada en una historia real), de Eduardo Daniel Aballay, constituiría uno de los primeros libros del año 2020, en la provincia.
          La obra, de 187 páginas, y editada por Tupanoy, refiere la historia de un hombre ligado a lo trágico y al delito. El escenario será la localidad de Pozo del Tigre, y zonas aledañas, en tiempos en que dicho lugar constituía un pueblo próspero, líder, de notorio futuro como ciudad. La actividad de producción, compra y venta de animales vacunos, era el eje de todo.
Las desventuras de un niño, el destrato, injusticias, y al mismo tiempo su coraje, lo llevaron hacia un destino incierto, y que la novela irá develando.
Eduardo Aballay es de la ciudad de Formosa capital, estudió en la Escuela primaria N° 2, y en el Colegio Nacional “Gob. Juan J. Silva”. Luego desde la Escuela de Cadetes, de la policía provincial, lo llevó a ser Oficial de Policía. Pretende ser profundo en su escritura. “Las historias que más me gustan son aquellas que significaron un antes y un después para las personas”, afirma.
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                     ALEJANDRO TARRUELLA, 

                   PRESENTA SU ÚLTIMO LIBRO
El escritor y periodista Alejandro Tarruella, presentará el próximo 12 de Febrero, su último libro "Historia política de la Sociedad Rural". El evento tendrá lugar en la Usina del Pensamiento Nacional y Popular (UPNP), sito en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Esto es, calle Venezuela 574, Of. A. Asimismo, participarán de dicha presentación, el economista y productor agropecuario Pedro Peretti; y la referencia del MNCI Catalina Highton.
Alejandro Tarruella, escribió en La Nación, Clarín, Panorama, Análisis, Dinámis y Humor. Además, fue Jefe de Redacción de Primera Plana y Secretario de Redacción de Diario Popular.
Publicó libros como Guardia de HierroDe Perón a KirchnerHistorias secretas del peronismo, y la biografía De dónde soy. Chaqueño Palavecino, entre otros, dado que también fueron publicados otros ensayos y libros de poesías.

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CANDOR, ÉTICA Y ESPESOR LITERARIO
      Por JDC
Libro “El Salón de las Almas Nuevas”, de Luis Medina Lazar
 “Volé hacia mi propio cuerpo, que estaba por nacer”
Luis Medina Lazar
Luis Medina Lazar, publicó recientemente su primer libro de relatos, denominado “El Salón de las Almas Nuevas”, en donde expone el talento que venía exhibiendo al público lector formoseño, desde los años 90´. Luis Medina Lazar (en adelante LML), siendo muy jovencito, difundió parte de su obra poética –incipiente, por entonces-, en el Suplemento Cultural del diario La Mañana, de la ciudad de Formosa.
Por aquellos años, se trató de una aparición disruptiva, al igual que otros/as jóvenes –como Vanina Rojas, Natalia Cuevas, Rodrigo Rojas, Flavia Latina, ó Sergio Mariani, entre otros-, que en dicha época, aparecieron con expresiones literarias de notable singularidad, con discursos significativos, simbólicos, subjetivos, que en forma individual y colectiva, daban cuenta de los valores de una nueva generación de escritores de Formosa. Hoy, además de escribir, y publicar, estos jóvenes, son graduados universitarios, profesores de letras, y otras disciplinas, y desarrollan carreras docentes y de producción literaria muy valiosa.
En el “El Salón de las Almas Nuevas”, LML contribuye a la dicotomía ficción y realidad. Existe profundidad y cierta desmesura, en un marco de la vida cotidiana, que nos interna en las sorpresas, en las rupturas de ciertas reglas, especialmente de nuestras conciencias. La pluma de LML, permite que los pliegues del relato se trasformen en senderos de un laberinto, cuyas historias nos enriquecen con interrogantes. Podrán obviarse las respuestas a los mismos, porque nos conducirían a un cuerpo flaco, esquelético, sin carnadura, y por supuesto, sin literatura. Entonces los laberintos de las incógnitas que nos plantea LML, nos sienta mejor, ya fuere en el hospital, en la escuela, en el teatro vacío. Las escenas, los escenarios, se constituyen en testigos de orden performativo (acción-acto), de los deseos humanos. Los textos de LML, infieren concordancias plenas de los mismos. Por cierto, es para celebrar, porque podemos advertir esta simbiosis que nos depara sorpresas, como por ejemplo, el quirófano inundado.
            Los efectos sorprendentes, es unos de elementos agradables que nos deja LML en nuestra imaginación, porque nos permite dibujar como en un ensueño, las escenas deseadas, tratando de opacar aquellas que nos disgusta. Y son numerosas en la vida real. Y dicho en tono de verdad, por supuesto. Aunque la verdad en sí misma, puede ser hartamente cuestionada, como lo hizo por ejemplo F. Nietzsche, en Sobre verdad y mentira en sentido extramoral (1873), planteando el caos, y afirmando en forma alegórica que en algún momento, animales inteligentes inventaron el conocimiento. Y así realizado, sólo el ser humano, creía poseer el conocimiento de la naturaleza que lo rodea, cuando en rigor, lo hacía para explicar en forma independiente de todo el resto de la naturaleza. Ésta no está sujeta al conocimiento humano, pero el humano sí cree poseer la verdad. En suma, la verdad no es absoluta, de ninguna forma. Podría sentir Nietzsche, que el conocimiento de la realidad, sólo está configurado a las formas del ser humano, pero la realidad es otra cosa. Obviamente, la ciencia actual y sus avances, se orientan en sentido diverso. Pero LML, nos va orientando hacia la verdad relativa, como en Escalofríos, en donde Lorena es protagonista de una leyenda como de verdades colectivas.
Los relatos, la creación
En Ladridos, se trata de una realidad de desigualdad genética, pero absolutamente verosímil. Tolerancia del más poderoso, libre, importancia sustantiva de las mascotas para numerosísimas personas. Verdaderamente, aparece como una metáfora acerca de la desigualdad: el gran porte -y triste también-, de un ser, respecto de otros.
Retrato en sepia, aborda un tiempo transcurrido, de aquellos copos de nieves, y el bullicio infantil, como manifiesta LML, hasta llegar a la tecnología de hoy, las cuales son manipuladas por los niños, como verdaderos expertos. La play, refiere el autor, dando cuenta de un camino que se inicia en la vuelta en la calesita, y finaliza en la informática de nuestros niños. En el imaginario del escritor, también se presenta la estética de ambos momentos, de un proceso que duró treinta años, que se expresa muy bien en el relato. Aquel mundo de brillantina, de los pequeños jinetes de caballos y elefantes, sorteando autitos de color naranja. El autor, podría remitirnos a la proustiana memoria involuntaria, desde la cual aquel escritor francés refirió En busca del tiempo perdido (1913), con formas propias de hacer presente su propia infancia. LML nos permite recobrar aquellas lágrimas que escondían los padres ante la felicidad de sus pequeños en calesita. Se trata de un relato, que nos hereda la sensación de la relectura, quizás no tanto por las palabras, por el lenguaje diáfano que se encuentra presente, sino por el clima de dicha y placidez, que logra el autor, vía el bullicio de niños y niñas, entre risas y brillantinas.
Un hombre ostenta cierto poder, que acaba de perder. Es el eje narrativo de El dictador. El hombre es abandonado por su “cuadro administrativo” de la crueldad, resultado de lo que imaginamos. Un cuadro administrativo –tal como lo planteaba el sociólogo M. Weber-, que rodea a los líderes, legítimos o no. En todo caso, la legitimidad, la brinda el propio carisma del poderoso. La traición, lo lleva a recibir dos disparos en territorio enemigo. Dictador, en su mundo simbólico, se tramita con síntomas: oro, dólares, fusiles, hombres (y mujeres?) abandonando a su líder (¿cruel?). La isla Costa Dulce, nos refiere LML, constituye el escenario de tensión. Recargada, claro. Existe abandono, traición, absortes quizás, de alguien que incesantemente habrá sido hostil, injusto, causante de dolores. Ahora se encuentra solo. No es la soledad del poder, sino de la pérdida del mismo.
“Me recibí de pobre”, afirma el protagonista de El Comercial Mitre, una historia de desigualdades en la realidad educativa. La comunidad del Colegio Comercial Mitre, gestiona el viaje de egresados. Como cualquier alumno contemporáneo, debe convivir con las posibilidades diferentes y en muchas ocasiones, de abismal magnitud. El compañero/a, puede gastar en libros, en útiles. Otros, no. Las vestimentas, las mejores marcas. Un costoso fin de semana, aluden a la identidad cultural, a quien toma conciencia de su “diploma” de pobre. La Profesora Andretta, de Matemáticas, ya lo sabe, lo utiliza de cadete, como él mismo reconoce. Finalmente, viajará a Bariloche con sus compañeros, con los costos financiados por el padre de Horacio, que abonará las 24 cuotas, que le pertenecen a él. Las identidades culturales, también son identidades de clase, de clase social, de pertenencia a comunidades diferentes, a historias familiares disyuntivas: él y Horacio, son diferentes en su origen. Se asiste al Colegio para formalizar e igualar la educación, cultura, saberes e incluso habilidades. Pero algunos “son más iguales que otros”, dijo George Orwell, en su obra Rebelión en la granja (1945). Horacio y la mayoría de los alumnos podrán viajar a Bariloche, pero el protagonista, no. Tenemos por delante el aprendizaje, pero mientras tanto, “yo, debo traerle agua caliente a la profesora Andretta”, y Horacio y sus amigos pueden estar fumando y divirtiéndose en otro espacio del Comercial Mitre. Debiera existir alegría para quien finalmente viajará a Bariloche, pero en rigor, un frío su recorrió el cuerpo. La buena decisión del padre de Horacio, la menos feliz de la profe Andretta, la posible gestión libertaria de otros profesores y profesoras, harán que diferencias aparte, el protagonista, y también Horacio y el resto de los alumnos y alumnas, se aferren a un camino de libertad y creatividad. Deben lidiar con ello. Las desigualdades sociales se afirman en el planeta.
El relato El Salón de las Almas Nuevas, da título al libro. Se trata de una apropiada integridad autobiográfica, en este relato en el cual, la ficción  puede deambular por ciertas realidades, y producir sorpresas imborrables. El gran Dios, a veinte minutos de un nacimiento, otorga un alma de Artista a un cuerpo que nacerá bienaventurado, “desprovista de cinismos y falsedades” (pp. 26), y con capacidad para “difundir las oraciones del corazón”, e incluso no siendo vulnerable al mal. Entonces, se producirá el 29 de marzo de 1976, el nacimiento de un alma que estaba perpleja, y que lo hacía desde un cuerpo de mujer de apenas diecisiete años. No es difícil pensar, que antes de las decisiones, habrán existido deliberaciones, vertiginosas, casi con urgencias, porque apenas en días previos, había ocurrido un golpe de Estado militar en el país, que se transformarán en genocidas. Excelente entonces, las presurosas designaciones de cuerpos, en donde se alojarán “hasta el resto de sus días” (pp. 25).
En La mandíbula, relato en donde aquella mujer, que despertó antes del amanecer, nos recordó a Mujeres asesinas, de Marisa Grinstein, quienes como esta esposa de Romildo, se rebelaban a la historia, al dolor del patriarcado, a las “estructuras históricas del orden masculino”, como refería el francés Pierre Bourdieu, en La dominación masculina. La expresión de ello, como tantas veces, como esa noche anterior, había tenido lugar, en los golpes en el rostro de su mujer, en el cuerpo que apenas podía movilizar, en el cuidar aún así, el sueño de sus niños. Antes del femicidio, esta mujer joven, golpeada, madre de niños que aún dormían, toma coraje e irrumpe en su propio devenir, evitando futuros golpes, recordando la juventud perdida, y aquel profesorado en el cual no pudo graduarse. Como tantas mujeres, soportan en el cuerpo la dominación masculina, producida por las emociones y los puños de los hombres explotados y alienados, en su trabajo, en su mundo masculino que asocian al poder sobre lo femenino. El mundo se transforma. Lo hace en varios sentidos. Y ello transforma, tanto a hombres como a mujeres. Los niños varones han aprendido a jugar con armas de juguete ó guantes de box, entre otros juguetes de superioridad humana sobre el otro. Y ello, degrada la propia condición de aprendizaje, y también deforma al hombre adulto, en generador de acciones abyectas hacia la mujer, aunque fuere “la persona que más ama”. La compañera de Romildo, lo sabe. Tiene la experiencia y las pruebas. En su mandíbula. La monstruosidad de aquel, evidenciada en una noche más, de rutina, de tanta violencia, ha empujado a esta madre de niños, seguramente pequeños, a transformarse en cuerpo insoportable ya de tanta abyección, y animalidad.
En Una mañana cualquiera, se produce otro femicidio, aunque ya no entre conocidos (matrimonios, parejas, ex-parejas, novios, ex-novios, familiares), que son las formas mas habituales, sino con un desconocido en quien Karla, confió, y que finalmente LML, revela la realidad presente: sospechar del desconocido, aunque las estadísticas nos adviertan que resultan más peligrosas las personas de trato cotidiano.
Asistimos a una historia de amor, desencuentro y perdón, en La justa medida. En pocas ocasiones, se descubren, confirman y revelan, las verdaderas razones del perdón y no-perdón en las relaciones amorosas en una pareja, en general, en un matrimonio, en particular. Acaso la sociedad patriarcal, direcciona al hombre a tener el objeto de deseo sexual, solo a metros, cada día, y mucho más, si sobre la espalda de ese hombre asoma el poder, de cualquier tipo, pero si es económico y/o político, con mayor razón. Pero esta vez, ante la infidelidad recurrente, María decidió tomarse un recreo. Favorable, placentero. “Cansada de llorar, se secó las lágrimas y decidió (…) recordar su juventud afiebrada…” (pp. 32). El conyugue de María, con cierta paciencia, intranquila quizás, consiguió lo anhelado. El recreo de María, probablemente le trajo el erotismo masculino necesario, para poder continuar con su vida matrimonial.
El recreo en plenitud de la pareja, resultó definitivo en el caso Fadhila, en La maldición, quien a pesar de ser amada, optó por conocer otras versiones del amor perfecto, aunque se trate de su propia decadencia, quien le aconseje tomar otros rumbos. Fulguración de los caminos azarosos del amor.
En Maquillaje, la historia del breve final del locutor/periodista Amadeo Sanz, nos introduce en el mundo de la comunicación, del poder, de la rutina, y de la sensación de descarte, que todos tenemos en cada área de acción y trabajo en la sociedad capitalista en que vivimos. Sin embargo, el sociólogo polaco Z. Bauman en Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias (2008), se refería al concepto de superfluidad, que significa “ser innecesario, carente de uso (…) Los otros no te necesitan, pueden arreglárselas igual de bien, si no mejor, sin ti”. Amadeo Sanz no lo supo en vida, pero el orden rentable de su Canal de TV, sí. Si existen adicciones, te necesitan mucho menos, aún.
En El médico, ingresamos en una historia que nos alerta de un hombre, un profesional, inmerso en la inmensidad de la desidia de otros, y otras personas con poder. Aunque se trata de un relato atemporal, pareciera propio de los tiempos neoliberales que ocurren en numerosos países, al menos de Latinoamérica, en donde los presupuestos para diferentes áreas, como salud, electricidad, y otros, son escasísimos. Pero la vocación resulta disruptiva en estos tiempos oprobiosos, porque no interesa lo que suceda alrededor, sólo tenemos que cumplir con nuestra misión. Salvar vidas, es una de ellas, aunque nos encontremos bajo agua.
En Guardia nocturna, Esteban, médico cirujano, recibe en la guardia, el cuerpo de un hombre fallecido. Quizás se parezca a una rutina para su rol. Pero un hecho repentino, una novedad post mortem en el cuerpo del occiso, modifica la escena, transforma ese momento. Su propia interioridad se acelera, ignorando las consecuencias. El hecho es inocultable. El médico, se confirma a sí mismo, que está frente a un hombre fallecido, lo reconoce como ex novio, de Ana Paula, su actual prometida. Esteban se siente apesadumbrado, la escena es “casi Dantesca” para él. (pp. 47). Haber asumido semejante competidor, lo angustia en forma extrema. ¿Cuál sensación estaría predominando en su espíritu, mente y cuerpo? Quizás la envidia, ó la ira. No tenemos certeza. También pudiera ser su propio orgullo, ó los celos. Mientras tanto los trabajadores del nosocomio, se sacaban fotos junto al cadáver. Reían, y elaboraban “situaciones comparativas”. Sin embargo, LML nos preserva del sufrimiento. Su hondura, cual baqueano de los virtudes, nos muestra el sendero hacia el entusiasmo por la vida. Ana Paula, lo convencerá de las verdades, del honor, y del propio amor.
En El artista, LML, nos conmueve con una historia de confianza y fe, para competir con los sueños y fantasías, que nos lleva de la mano hacia el objetivo final. Carlos, es sincero en su actuación, pero también finge actuar, finge ser escuchado, y también ser aplaudido. En rigor, sólo se trata de un espacio temporal: “saluda a su público futuro”. Recita sus propios textos, sus creaciones, que seguramente habrá transitado por caminos diversos: tenacidad, crispación, sosiego, y concreción, entre otros pasos que habitualmente recorre el artista. Y en su recitado, en su actuación, Carlos probablemente se abstrae. Sueña con el héroe trascendente, colmado de aplausos, con la experiencia ficcional, transformada en vítores. Sin embargo, la sala del teatro se encuentra vacía. Su mujer interrumpe la abstracción. Carlos, que fantaseó con el teatro colmado, quizás ahora, experimente la realidad como una tragedia. Y la tragedia suele corroer, y también revertir, como lo señala en su obra Tragedia moderna (1958), el galés Raymond Williams,: “La sensación de tragedia, que había entrado en el torrente sanguíneo, ingresa ahora en todo el sistema nervioso, donde, desde luego, se puede entonces hasta jugar con ella, a menudo de una manera deslumbradamente intrincada”. Carlos, de regreso a la realidad, afirma saludar los “aplausos de la posteridad”. (pp. 61).
Ética, protagonistas, esperanzas
            Los personajes que ha creado LML, exhiben una moral inocua, ó en todo caso positiva, del deber. El filósofo alemán I. Kant –hito en la historia de la ética-, planteaba en Fundamentación de la metafísica de las costumbres, su concepto de imperativo categórico, que en las acciones que a diario realizamos, en forma incondicional, sostienen dos formulaciones: a) que dichas acciones que realizamos, contengan valor universal, como por ejemplo, no matar; y, b) no tomar al Otro, o al prójimo, como un medio, sino como un fin.
Por otro lado, recordemos aquí, que la moral, constituye un acto de la conducta humana, mientras la ética reflexiona acerca del mismo. En la vida real, los actos que afectan al Otro, en forma negativa, si son conscientes y voluntarios, se tornan inmorales. La creación de LML, da cuenta de un patrón que desplaza de la escena a personas inmorales, turbias, criminales, y canallas. En el propio relato, en donde se encuentra presente el dictador –del cuento homónimo-, se maneja con ingenuidad a pesar de su condición. No se nos muestra en el rol cruel e impiadoso, sino como la persona engañada por los suyos, por su gente. Traición de sus cuadros administrativos, en quienes el Dictador confiaba. Debate moral aparte, acerca de la justicia o no, por esa acción.
            Asimismo, ante un acto de  deslealtad, como en La justa medida, las profundas desavenencias de los protagonistas, podrán confluir en resultados inesperados, reparadores. Resulta difícil pero real y posible, reparar la ruptura del contrato moral conyugal. La fuerte ironía de Maquillaje, que con brevedad pero con intensidad, LML deja al descubierto el vínculo entre rentabilidad de capitalistas, y abandono y sometimiento de sus empleados. No existe en la escena, ni Responsabilidad Social Empresaria en el discurso empresario. Por cierto que no es una excepción en la realidad. La ética recortada en TV, la observamos a diario, cuando una charla, conversación ó comentario, se extiende en demasía. El rating (clasificación), se encuentra reinando, como con la muerte de Amadeo Sanz
            Ocurren ironías, “fallas” en la lealtad y derrotero amoroso, en La maldición, que dan cuenta de una moral común, y muy extendida. En Ave de presa, tiene lugar de expresión, el candor del niño Miranda, en que recibe una buena noticia. También existen artistas decepcionados, como por ejemplo, en El mejor, y en El artista, pero con la plenitud de sus deseos, y la convicción de sus destrezas y habilidades.
            En El Salón de las Almas Nuevas, no existen conciencias con malicia, y mucho menos con deseos de criminalidad. En el mundo real, existe determinismo, según el cual, todo tiene una causa. Ello nos permite pensar que las malicias, el mal, da cuenta de causas que se encuentran más allá del individuo, es decir, en forma supraindividual. La violencia, las guerras, la crueldad, a veces sin límites, la criminalidad violenta. Todo es parte de determinismos. Pero no todos los seres humanos, viven en el imaginario violento que impone la realidad, especialmente la TV y el cine. Nos encontramos también con realidades y simbolismos, que nos ayudan a almacenar esperanzas y soluciones. El mundo literario de LML, nos arroja seres humanos cálidos, reales, sorprendidos, que también asombran a sus interlocutores. Ello nos alerta, no sólo sobre el estilo del autor, sino también sobre la vigencia de que no todo está perdido. Y LML, nos ayuda.
Lenguaje y argumentación
El escritor y teórico literario francés Gerard Genette, fallecido el pasado año 2018, afirmó en su texto Fronteras del relato (1970), que éste, es “la representación de un acontecimiento o de una serie de acontecimientos, reales o ficticios, por medio del lenguaje, y más particularmente del lenguaje escrito”. Con Genette, también podemos afirmar que esta definición, encierra el propio cuerpo del relato en la “representación de acontecimientos”, poniendo de manifiesto el o los ejes del mismo, pero invisibilizando las causas, problemas, ó dificultades del texto. Justamente, LML no se explaya en descubrir y revelar las condiciones de existencia, de las historias diversas, es decir, el denominado contexto. No es necesario. Su narrativa, plantea evidencias –la representación de acontecimientos, de Genette-, pero amarra las mismas, a los “propulsores”: un quirófano inundado, un teatro vacío, la calesita tradicional, las escuelas no citadinas, femicidios, traiciones. Todos ellos, acreditan los lazos sociales, las dificultades, conmocionantes o controvertidos, pero dejando fluir la relación causa-efecto.
Otro tema es el lenguaje. Quien esto escribe, se deslumbró a fines de los años 60, adolescente, con la lectura de los escritores del boom latinoamericano. Por cierto, incluyendo a escritores como García Márquez, Roa Bastos ó Vargas Llosa, entre otros. Sin embargo, el asombro se produjo, muy especialmente, con los textos de Alejo Carpentier, quien en sus obras monumentales (Consagración de la primavera, El siglo de las luces, El acoso, y más tarde, El arpa y la sombra, entre otros), las erigía no sólo por la propia historia narrada, sino por el lenguaje, verdadera argamasa de la literatura.
Por supuesto, que se han escrito sobre el tema, océanos de tinta acerca de tan sustancial aporte a la cultura en general. Algunos académicos de las letras, como por ejemplo Graciela Maturo, afirman que la “literatura se constituye, pues, en un reservorio de la lengua…” (2014), y por ende, se manifiesta con todo su vigor, ya sea con objetivos y/o motivaciones de orden histórico, ético, popular, ó simplemente, de desarrollo de la idea simbólica, performativa, de la voluntad y utopías como en el realismo mágico.
La obra literaria en toda su dimensión (narración y lenguaje), constituye un cuerpo comunicativo. La literatura argentina actual, sus escritores –César Aira, Claudia Piñero, Guillermo Saccomano, Eduardo Sacheri, entre otros-, fluye mediante un lenguaje sencillo y descriptivo, poniendo énfasis en las propias historias narradas, que brindan el peso sustancial para el logro literario. Es decir, centrar el impacto y disrupción del relato, en la propia historia, no constituye un disvalor, ni mucho menos, sino que nos plantea con fuerte impacto, el rigor de la conmoción y huellas, que puede lograr la literatura. De este modo, no es posible leer la narrativa del relato El salón de las almas nuevas, de LML, y quedar inalterable en nuestras emociones, sensaciones, y estallidos de la conciencia que lee.
            Por otro lado, el libro de LML que aquí comentamos, posee la enorme virtud de no describir lo evidente, lo obvio, casi como lo pregona el dogma científico positivista, que insta a otorgarle valor sólo a aquello que los cinco sentidos humanos, pueden percibir. Por supuesto, que ello sería imposible para la literatura de ficción. Podríamos al respecto, acerca del empirismo como negación de realidades sustanciales; ó del racionalismos y sus ideas innatas, pero solo mencionaremos a Platón, y sus dos mundos: por un lado, el mundo sensible, en el cual sólo se valorará la evidencia, lo visible, prescindiendo del valor de los sentimientos y los conceptos; y por otro lado, el mundo inteligible ó ideas, que rescata las esencias (“Lo esencial es invisible a los ojos”, de El Principito (1943), de Saint-Exúpery), lo cualitativo, lo verdadero. Algo puede no tocarse, pero si es la Razón, perderemos lo mejor de la vida.

LML, nos muestra, tanto la verdad inteligible platónica, como el mundo sensible. Existen sorpresas, sufrimiento, candor, cierto furor disimulado, como por ejemplo, en quienes operan en el quirófano sin electricidad, y también subjetividades críticas, porque la interacción humana, supone un sentido estricto de los imaginarios, de los deseos, de las utopías. El individuo, los grupos, los trabajadores, los seres vivos de LML que nos acompañan (perros, gatos), dan cuenta de los caminos sinuosos que tenemos por delante en forma permanente. Es la vida, es lo que nos muestra, y proyecta Luis Medina Lazar, Profesor de Letras, una promesa ya cumplida de la literatura de Formosa. 
Formosa, diciembre 2019

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Libros
EVENTO PARA AVANZAR 
EN LA EDICIÓN DE LIBRO INFANTIL, 
DE CASANDRA MORELL Y MILAGROS ESCOBAR 

"El pájaro y la gata araña, es un libro infantil escrito y producido por nosotras de principio a fin. Ahora queremos registrar los derechos de autor para que nuestra obra llegue a su público, el trámite tiene un alto costo y nosotras no disponemos de esa suma. Por lo que se nos ocurrió armar un evento a beneficio, el 24/1/20, en el espacio del FUELLE, donde queremos presentar simbólicamente el libro. Pensamos que nada se puede hacer solxs y sostenemos además que los procesos colectivos producen cosas distintas y asombrosas".

Casandra Morell, autora e ilustradora
Milagros Escobar, editora
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El pasado 23 de noviembre de 2019, el escritor formoseño Luis Medina Lazar, presentó (foto) su libro de cuentos El Salón de las Almas Nuevas, recientemente editado. Con tal motivo, el Profesor Héctor Washington, publicó un comentario en el diario La Mañana, del 1° de diciembre pasado. El autor Luis Medina lo reprodujo en su cuenta de Facebook, y aquí se transcribe.
Luis Medina Lazar presentó 
“El Salón de las Almas Nuevas”

Por Washington
El escritor formoseño Luis Medina Lazar convocó a la comunidad formoseña el sábado 23 de noviembre, para presentar su primer libro, “El Salón de las Almas Nuevas”, una selección de veinte cuentos cortos que lo retratan como un permanente buscador de historias que nacen de su entorno más próximo y de sus experiencias cotidianas. Según confiesa, encara esta tarea de escritor con suma responsabilidad, ya que es un género que le exige un proceso arduo de trabajo como narrador, aun más que la lírica, donde asegura que se siente más cómodo. “Este es mi primer libro editado, no sólo de relatos sino el primer libro de mi autoría. Antes había publicado en antologías literarias y en periódicos. En realidad, escribo más lírica que narrativa. Yo me siento más cómodo con la lírica, así que este libro es una responsabilidad”.
Luis Medina Lazar nació en Formosa capital en 1976 y desde temprana edad ya mostró su afición a las letras escribiendo sus primeros versos. Profesor en Letras egresado de la Universidad de Formosa, se considera esencialmente poeta, aunque prefirió que su primera obra publicada fuera narrativa, ya que le proponía un desafío mayor, teniendo en cuenta la calidad de los narradores locales: “Decidí que mi primer libro de fuera de relatos y no de poesía porque escribí dos cuentos que me impactaron y ahí vi que nacía un libro si continuaba trabajando. Y me llevó un año terminar el libro. Lo corregía, lo releía, lo volvía a corregir, cambiaba los finales y así… Inclusive en el proceso de edición, tenía locos a los diseñadores y demás, porque quería cambiar ciertas cosas de repente. Básicamente por mi autocrítica, porque no es el género donde yo me siento más cómodo. Y entonces me requería un desafío, un compromiso y una responsabilidad, porque Formosa tiene grandes narradores, como Van Bredam o, más allá en el tiempo, Hugo Del Rosso”.
En cuanto al aporte que cada género le otorga como cultor de las letras, Medina Lazar destaca la universalidad de la poesía, donde todos los elementos juegan más libremente, sin el rigor técnico que supone la creación de relatos: “En el género lírico, uno puede abordar lo universal. Hay sentimientos que son universales. Por más que se centren en lo local. Eso que refiere puede pasar en Formosa, como puede pasar en Colombia o en España. Siempre la poesía es un reflejo más intimista. Pienso que el hombre se expresa mejor a través de la poesía. Sin embargo, con la narrativa se requiere un proceso. Hay que estar con la mente más fría, cuidar la técnica, hay que mirar el conflicto, la resolución… ese famoso ‘cross en la mandíbula’ que decía Mempo Giardinelli, ¿no?”.
En palabras de su autor, “El Salón de las Almas Nuevas” presenta al lector “veinte relatos breves que abordan diferentes temas, pero los principales son la muerte, las situaciones límites, lo banal, la miseria del hombre. En realidad, parte de un sueño. Por eso en la tapa se mezclan un cuervo y un ángel. Porque en él pueden hallarse cuentos realistas, pero también está presente el absurdo, por ejemplo, en ‘Guardia nocturna’”.
El prólogo de la obra está íntegramente a cargo suyo, “básicamente porque quería ocuparme de hacer una reseña para explicar cómo nace este proyecto después de mucho tiempo que me llevó publicar. Yo muchos años trabajé en el Poder Judicial y lo hacía con otro tipo de textos, si bien nunca dejé de ser profesor de Literatura y de seguir escribiendo. Y cuando pensé que mi vida iba para otro lado, me decidí a publicar mi libro”.
Orlando Van Bredam y Héctor Rey Leyes, confiesa, tienen una importancia inmensa en su obra, no sólo como escritores, sino porque ambos fueron también profesores suyos en la universidad: “Yo ya conocía su obra incluso desde la Secundaria, cuando leía sus libros. Y después ya, cuando fueron mis profesores, influyeron mucho en mí, porque además son artistas, cosa que tiene mucha importancia para mí. En el libro hay un cuento con una carga de ironía que se llama ‘El mejor’, que habla sobre ser artista y ser crítico, que a veces no van de la mano. Entonces ahí resalto la figura y la actividad del artista”.
El presente trabajo de Lazar lleva por nombre el cuento más representativo de todos, y en su contratapa -se asegura- “se convierte en casi una postulación al destino de un artista. Un símbolo de los avatares y las dificultades que viven en aquellos que desean transitar el camino de las artes”.
“Tengo gran expectativa con este trabajo. Ya está también en formato E-book a partir de noviembre en diferentes plataformas. Y al lanzamiento oficial impreso quise hacerlo desde Formosa. Yo solía decir que el libro en formato papel es irreemplazable. Y cuando me sugerían que el libro tiende a desaparecer en ese formato clásico, me negaba a creerlo. Incluso ahora me niego a creer eso. Pero también es cierto que uno se acomoda a los tiempos que corren y, cuando viaja, puede ver en la parada de los subtes, colectivos, en los bares… que la gente lee desde otros dispositivos: e-books, e-pad... Entonces ese también es un público consumidor de literatura. Y no nos podemos quedar en el tiempo. Hay nuevos canales para comunicar el arte, como también las redes sociales. Y hay un contacto más directo con el lector de esa forma”, afirma.
El autor además ya anunció la publicación de su próximo trabajo, esta vez de poesía, que -espera- verá la luz el año próximo: “Tengo un libro preparado de poemas que está casi listo para ser publicado. Falta el prólogo todavía, que ahora sí se lo voy a encomendar a una colega, Anabella Daldovo. Calculamos que para mayo o junio ya lo vamos a tener listo".
Fuente: Diario La Mañana. Ciudad de Formosa.

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