Hoy voy a hablar del Ernesto, pero no es ningún personaje ficticio de la obra de Oscar Wilde, sino de uno de los escritores más influyentes de la literatura Argentina, el querido Ernesto Sábato. Un 30 de abril de 2011, nos dejó nuestro Ernesto, el artista, el hombre de Letras oscuras y de la pintura moderna, el ensayista de mirada crítica y humanística. El hombre comprometido con su época. Aquel Físico que dejó las ciencias duras, para regalarnos Arte, para dar una voz profunda y a la vez certera, de nuestras debilidades, de las decepciones y obsesiones humanas. Sábato nació el 24 de junio de 1911, en la ciudad de Rojas (provincia de Buenos Aires), hijo de Francesco Sábato y Giovanna María Ferrari, inmigrantes italianos provenientes de Calabria. Hombre de clase media, de familia estructurada y jerárquica (como lo definiera años más tarde). Fue autor de numerosas obras, entre la que se destacan las novelas SOBRE HÉROES Y TUMBAS, EL TÚNEL y ABADOON, EL ESTERMINADOR, y numeros