RANDAZZO QUIERE QUE TRABAJADORES, POBRES Y NIÑOS PAGUEN IMPUESTOS DE LOS RICOS, por ALEJANDRO C. TARRUELLA*
Florencio Randazzo podría patentar la frase, “titubeo, dudo, y si puedo, vivo”. Ahora apunta a difundir la reforma laboral para que los trabajadores, los pobres, los niños, los hospitales que no quería construir María Eugenia y las universidades que quería cerrar porque los de abajo “no van” a estudiar, se hagan cargo de pagar los impuestos y la avaricia de los poderosos.
Contaba el diputado Oscar Romero, expulsado de SMATA en 2017
por enriquecerse con su cargo, cuando era el referente del gremio que iba a
Casa Rosada, que Randazzo era “un mar de dudas ambulante”. Regresaba de palacio
y contaba sin respiro que Randazzo se pasaba temiendo a Cristina. Si lo llamaba
y le daba tareas importantes, creía que lo hacía para hacerlo cometer un error
y echarlo, si en cambio, no lo llamaba, decía “ella no me quiere” y deshojaba
la margarita al borde de las lágrimas. Cuando le dio la gestión de los
ferrocarriles, vuelta a pensar que “ella” quería meterlo en un lío para
sacárselo de encima. Todos los días tenía un motivo para su angustia. “No va a
llegar a mucho de eso modo”, reconocía Romero, que no le hacía asco a nada. Y
así el ex funcionario de Cristina, rechazó ir por la gobernación de la
provincia de Buenos Aires porque, aleccionado por los poderosos, creería que
quería perjudicarlo con esa distinción.
Romero fue por otro camino, metió la familia en el
Parlamento, tomó dinero de donde fuera y acabó, como lo investigó “Semanario”
de Junín, que dirige el periodista Javier Orellano, refugiándose bajo el amparo
del Pro en una buhardilla, entre diputados y senadores, luego de acumular una
fortuna ejerciendo su especialidad, la traición. Es posible que hoy esté otra
vez cercano a Duda Randazzo, herido por su falta de credibilidad.
Si Unicef difundió que en el segundo semestre, el 62,9% de
niños se encuentra en la pobreza en lo que va de 2020, ¿puede ser una visión
peronista empobrecer más a sus padres? Eso lo plantea un neoliberal hecho y
derecho. Ni siquiera empresarios responsables interesados en un desarrollo de
la demanda y del país. Randazzo entonces, está perdido en los pasillos de los
despachos de sus mandantes que además, van a utilizarlo hasta un punto cuando
su nombre no sirva para generar falsos momentos felices en los medios.
El contacto de Randazzo con Magnetto fue desde hace muchos
años, “Cachecha”. Cachecha es Pablo César Casey, sobrino de Magnetto, uno de
sus hombres de confianza que estuvo muy cerca del hombre de la duda, cuando se
alejó de Cristina. Casey llegó a Papel Prensa a fines de 1987. Luego se
desempeñó como abogado de Radio Mitre, de donde pasó a Cablevisión, y se
convirtió en uno de los gerentes más poderosos del grupo y allí manejó las
relaciones institucionales. Randazzo se crió cerca de Cachecha, vivían a dos
cuadras uno del otro. Esa fue su vía de conocimiento con “la buena gente” desde
“allá lejos y hace tiempo”.
Cuando en mayo de 2020, Alberto Fernandez presentó su DNU
sobre telecomunicaciones, congelamiento de tarifas por todo el año, quien operó
los intereses del grupo Clarín en los intentos de incidir sobre la decisión,
fue Pablo César Casey, director de Asuntos Legales e Institucionales quien, en
aquellos días, se contactó con Juan Manuel Olmos para mostrar sus dientes. De
manera que Randazzo dejó el peronismo para tomar cursos de música en el grupo
Clarín y es posible que lo hiciera, de la mano de Cachecha.
Se puede suponer que el peronismo bien podría decirle a
Randazzo, “Ya no sos mi margarita”, y dejarlo correr con el riesgo de que
alguna vez se ahogue en su mar de dudas.
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