Hace unas semanas Netflix incorporó
a su Plataforma la película American Made, más conocida como Barry Seal: Sólo
en América, protagonizada por el
inoxidable Tom Cruise, con la dirección de Doug Liman (El Caso Bourne, Jumper,
entre otros títulos), que retrata la
vida de Barry Seal, un ex piloto de TWA, que se convirtiera, en traficante de
drogas y posteriormente, en colaborador de la C.I.A para realizar tareas de inteligencia,
durante el gobierno de RONALD REAGAN.
El film, con características de
Biopic (Biografía) se centra en la metamorfosis que se produce en el personaje
de Barry para tomar esas malas decisiones en una década tumultuosa, tanto para
la política de su País, como para la tristemente célebre Historia de los
Carteles de la Droga, como el de Medellín. Y en este sentido, cumple su
objetivo como película.
Una mención destacada merece la
actuación de Tom Cruise, quien desde mi punto de vista, vuelve a ser ese actor
involucrado con su personaje, tal como sucediera en Nacido un Cuatro Julio, La
Firma, o Jerry Maguire y no ese actor de franquicias comerciales como Misión Imposible.
Los cinéfilos exigentes necesitamos menos franquicias y más películas de trama interesante.
Los personajes secundarios se
presentan muy bien retratados: La esposa, su cuñado, los integrantes del Cartel
de Medellín y los agentes de la CIA constituyen unos papeles dignos de
destacar. Esto constituye un mérito del guionista Gary Spinelli.
También el contexto histórico, la
relación (o responsabilidad) del gobierno de Estados Unidos en cuánto a las
acciones en el tráfico de Drogas, primero y el tráfico de Armas, a Nicaragua,
en la lucha organizar un golpe de Estado al gobierno Latinoamericano, que no
obedecía a los intereses Republicanos de Ronald Reagan.
Pero volvamos a Barry Seal,
personaje Histórico, El ex piloto que se vuelve traficante del Cartel de
MedellÍn, con el clan Ochoa y Pablo Escobar, y colabora con el tráfico aéreo en
la distribución y posterior entrega de cocaína y marihuana desde Colombia a
Estados Unidos, lo que lo expone, más adelante, a convertirse en informante de
la CIA. Una suerte de agente encubierto, con una moral decadente, que contrasta con su emerger económico y
social.
Seal fue un personaje muy rico, no
muy explorado en el cine , sobre todo en la decadencia moral antes mencionada
como en su psicología. La película también acierta en este aspecto histórico
del Barry, ser humano, esposo y padre de familia.
Quienes conocen al personaje, me
perdonarán no entrar en ciertos detalles, con respecto al final de la película
(debo ser generoso con aquellos que lean este artículo y no quieran spoilers), sólo
voy a decir que me quedé con ganas de un desarrollo más exhaustivo de sus
últimos momentos de vida. Hay más alusión que descripción y eso es el único
punto flaco que le encuentro al film.
En conclusión, Barry Seal: Sólo en
América es un film importante, no solo porque representa para mí, un retorno
del Tom Cruise de su primera gran época, sino por su trama versátil y
entretenida. Además, es primordial para entender la historia contemporánea, las
relaciones internacionales y política exterior del gobierno de Estados Unidos,
la acción (o inacción) de sus agentes de inteligencia en la lucha con los
Carteles de la Droga; y su postura en el conflicto armado de los CONTRAS en la
Nicaragua Sandinista.
Véanla. Vale la Pena.
*Escritor, poeta.
Profesor en Letras.
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