Esa dura quebrada de carne,
ese sudoroso verano de tu espalda,
me hace suspirar con esperanza;
la magia de tu amor que no termina.
Nada hace pensar en la noche trémula,
la pasión que hoy planean
nuestras vidas.
El horizonte azul que hallamos a escondidas,
claroscuro testigo de un encuentro.
Pero el día llega con su lucidez, al cuarto.
Y en Él vislumbra, casi expectante,
ese sitial inconexo de tu lunar lunático
*Del libro Noche de amantes bohemios. 2021
**Escritor,
poeta, Profesor de Letras.
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