El peronismo y la pandemia
Ocurre que se derrumba el macrismo, intervenido acaso por Jack
el Destripador cuando la justicia detiene a 22 de sus agentes del
recontraespionaje, quiere imponer la falsa teoría de la “inmunidad del rebaño”.
Sería posible, en un ejemplo endeble, imaginar que Pagni tendría en carpeta
afirmar que, históricamente, en el peronismo existe la tan mentada inmunidad
por su capacidad de sostenerse en la resistencia una y otra vez y sobrevivir a
los embates de pandemias gorilas de carácter nacional e internacional.
El periodista es capaz de semejante hallazgo.
Se le podría sugerir que, de plantear esta hipótesis como personal (desde este
espacio, cabe aclarar, no habrá reclamos en cuanto a derechos de autor a los
fines de recuperar al nombrado para el periodismo cabal), podría sumarse, bajo
las mismas premisas que se señalan entre paréntesis, un pensamiento de Immanuel
Kant aplicable al peronismo.
Decía el filósofo que “Se mide la inteligencia
de un individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar”,
como si hubiese dejado para la posteridad una caracterización del peronista a
nivel personal. Así entonces, el periodista situaría la “inmunidad del rebaño”
peronista para completar su tesis dejando ver que, a lo general se le suma lo
particular, personal, de los millones de referentes del movimiento que fundara
el general. Así se le evitaría caer en el ridículo de trazar una nueva zoncera
criolla.
Al diablo con la ciencia
Sin embargo, Pagni quiso en su programa del grupo Mitre, crear
desde su cátedra de pantallas, una teoría científica basada en las reglas
presentes de cierto periodismo en este caso: no permitas que la ciencia te
impida hacer la nota que se te venga en gana. Así fue que el lunes 29, día de
ñoquis para más datos, se puso el guardapolvo de un científico y anunció al
universo de la ciencia que la gente se cura del coronavirus mediante la
“inmunidad del rebaño”. ¿Qué quiere decir inmunidad de rebaño? –se emocionó en
pantalla en tono científico- Que nos vamos contagiando y nos vamos inmunizando.
Hay un momento en que esa inmunidad involucra a tanta gente que la epidemia
empieza a ceder y la curva comienza a bajar en serio”. Ni Santilli lo cree.
Rodrigo
Quiroga, doctor en Ciencias Químicas, dijo al respecto: “Carlos Pagni vuelve a reflotar
la idea de la inmunidad de rebaño con 30% de infectados. En AMBA significa
5 millones de infectados, muchos con secuelas crónicas, 100.000 internados en
terapia intensiva y 25.000 a 50.000 muertos. Adicionalmente,
aunque estuviéramos dispuestos a pagar ese precio, llegar a 30% de infectados
sin colapsar el sistema de salud es casi imposible, y aun siendo posible lleva
muchísimo tiempo”. El científico fue concluyente: “Apostar a la inmunidad de
rebaño es una locura. Tiene un costo altísimo en lo sanitario y económico. La
epidemia se puede controlar mediante cuarentenas cortas e intensas, y con un
fuertísimo rastreo y aislamiento de contactos”.
Y lo
elogió porque Brasil pagó 127 millones de dólares al laboratorio de la
universidad de Oxford para producir la vacuna contra el virus. Su país
compraría así 70 millones de dosis. Hay que recordar que China y Rusia
entregarán en forma gratuita esa vacuna, luego de que los países garanticen que
no se cobrará por ellas. Por lo tanto, Bolsonaro
no se encuentra en trance de curar a nadie, sino de intervenir en una interna
de intereses de los laboratorios, preocupados por las vacunas rusas, que estarían aplicándose
en setiembre próximo, o las chinas, que afectarán a los monopolios por su
premisa social.
Resnik contra la chantada
“¿Porqué habla Pagni habla de ‘inmunidad de rebaño?» A esta altura, no
hay nadie en el mundo que seriamente hable de inmunidad de rebaño para el
COVID19. Pagni apela a la ignorancia del lector, esencialmente le dice yo
sé que usted no caza una, permítame abusar de esa situación”,
sugiere y sigue: “La inmunidad de rebaño es un número calculado. Históricamente
se usa para calcular a cuánta gente vacunar, no cuánta gente debe salir a
contagiarse y morir por un virus desconocido para poder ‘reabrir’ la economía. La
inmunidad de rebaño se calcula con parámetros estrictos, tipo velocidad de
contagio (R) etc. No es un número que un chiflado pueda sacar de cualquier
lado”, desgranó en Twitter el biólogo Ernesto Resnik, investigador en EE.UU.
Y
expone quién es Lewis. “El chiflado negacionista que cita Pagni es Nic Lewis.
Nic Lewis se autogestiona como ‘analista independiente’, normalmente dedicado a
negar el cambio climático, ahora niega la epidemia, con no más armas que su
opinión. Nic Lewis sostiene que «habría» inmunidad con 20% en vez del 60-70%
que dicen los especialistas, porque por qué no. Por supuesto que hay una razón
por la cual nunca vas a leer a epidemiólogos importantes hablar de Nic Lewis y
es porque Nic Lewis no existe”. Y aseguró que
sus opiniones sobre la pandemia “valen lo mismo que las de Pagni o las del
fiscal Campagnoli, nada”, “Pagni no es tonto, tiene una clara intencionalidad
política”, cerró.
Habría
que advertir al periodista publicista de grupo, que todo mitrista se hunde
alguna vez en los fangales de Curupayti. Se recomienda, para evitarlo, recurrir
al poeta Carlos Guido y Spano, quien escribió para avisar a las nuevas
generaciones, en las paredes de la casa de la calle San Martín, Museo Mitre,
donde vivía el general de los pantanos: “En esta casa parduzca/ vive el
traductor del Dante,/ apresúrate viandante/ no sea que te traduzca”.
Es
loable en la vida alcanzar alguna vez cierta dimensión personal y trascendente.
Por eso, rescatemos a Pagni y adjudiquémosle, en esta instancia, la creación de
la hipótesis según la cual el peronismo acepta la “inmunidad de rebaño” en su
lucha ante la adversidad y por sus logros. Puede recordársele además, la
premisa de Alan Beattie, del Financial Times, quien sostiene que el problema de
Argentina, no fueron los “70
años de peronismo” sino los “120
años de oligarquía”. El peronismo es, en tanto, flamante hipótesis, un don
poético que nace siempre en la felicidad del pueblo.
*Escritor,
periodista.
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