A tu cumpleaños del 30 de octubre, Diego. (acápite I)
A Lázaro Mamani (acápite II)
Hay quienes no pueden soportar tu presencia, Diego.
Hay quienes no soportaron que del barro hayas hecho una flor
que es redonda como nuestro planeta
y danza a tus pies en la piel de América.
Creían que podían arrancarte de nuestro rito
de seguir tu gambeta, tu parada de pelota, tu gol a Inglaterra
y estas aquí entre nosotros, en Fiorito anunciando el sol
que ayuda a la pobreza, calles de tierra, abrazo de saber
que se puede salir del dolor en tu risa.
No querían verte en el abrazo de tu gente, de tus hijos,
los Diegos niños que iluminaste a la vida.
Diego, Diego nuestro de cada acto de amor,
Diego de sol, de lluvia, de caminos y de sueños,
Diego de esta ausencia que es presencia en el dolor
y en la dicha de saber que sos nuestro.
Diego del silencio y de la bruma de los mentirosos,
de la razón sencilla de los que claman justicia.
Los sátrapas no pudieron soportar que surgieras
en el árbol sólido de la lucha de la gente sin pan
que te eligió para hacer saber que la esperanza
es un bien que se comparte en la lluvia, en la sopa triste,
en la recuperación adusta de los derechos del pueblo.
Y quisieron hacerte caer escondiendo tus heridas,
arrebatándote la vida porque era insoportable
que un niño de gesto triste y risa contagiosa como la sed
se levantara en un centro irrepetible
a representar al subsuelo de la Patria
en la rutina feroz del día a día cuando se arrastran
los miserables, los avaros, los siniestros
que no aguantan que escondas la pelota
y estés otra vez hoy, aquí, vivo, vibrante, goleador
entre las calles apretadas de las villas
o en pueblos de olvido de las provincias
para traer en tus manos el secreto pan de la alegría
que hace saber que hay un día final para los poderosos
que no te aguantan y te llevaron a la muerte.
Quiero que sepas, Diego, tu resurrección es esta palabra
y este tenerte, vivo, en un abrazo largo
que hay Diego para cada día, cada sombra, cada herida
porque los sórdidos no pasarán y tu ausencia
es un modo presente de decirnos aquí estoy
en un amanecer de barrio y una cancha
donde perdura esta común pasión de amarte.
Barracas, 28 de octubre de 2022
* Poeta, periodista, historiador.
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