Durante la segunda Conferencia
Internacional de Mujeres Socialistas llevada a cabo en 1910 en Copenhague
(Dinamarca) se reencontraron 100 mujeres de más de 17 países, inspiradas en las
manifestaciones y la constante lucha por sus derechos, proclamaron en honor a
los movimientos femeninos el “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, a
pesar de no establecerse una fecha fija para la celebración, al año siguiente
el 19 de marzo se celebró el primer Día de la Mujer en cuatro países europeos:
Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, aquel día miles de personas asistieron a
actos políticos en los que se exigía la participación social y política de la
mujer en un nivel de igualdad con el hombre, se reclamaba el derecho al voto, a
ocupar cargos públicos, a trabajar, a la formación profesional y a la no
discriminación laboral.
Uno de los capítulos más crueles
tuvo lugar un año más tarde, el 25 de marzo de 1911 en la fábrica de camisas
Triangle Shirtwaist, en New York, una colilla mal apagada tirada en un cubo de
restos de tela causaría un incendio donde perderían la vida más de 100
trabajadoras textiles, en su mayoría mujeres inmigrantes de entre 14 a 43 años,
los propietarios de la fábrica habían bloqueado todos los accesos con el fin de
evitar robos, lo cual imposibilitó la salida de sus trabajadores, la causa de
sus muertes serían las quemaduras e intoxicaciones, el impacto
contundente y muchas de ellas padecerían arrojándose por las ventanas
desde el octavo, noveno y décimo piso del edificio, esta tragedia supuso nuevas
normas de seguridad y salud laboral en el país.
Luego de tantos años de lucha,
finalmente en 1975 la Organización de Naciones Unidas oficializa el día “Internacional de la Mujer Trabajadora”
el 8 de marzo, reivindicando la lucha de las mujeres por la igualdad de
oportunidades. Actualmente cada 8M nosotras paramos, alrededor de 60 países
convocan a un paro internacional, continuamos por la lucha para erradicar la
violencia de género y lograr una igualdad, a través de diversas actividades
colectivas activamos la conciencia femenina haciendo posible que nuestras demandas
sean escuchadas en diversos ámbitos, ganando derechos, empujando al
cambio de tradiciones y de actitudes profundamente arraigadas que prolongan la
discriminación.
*Estudiante de Profesorado en Letras, y, Profesorado en Historia. Universidad Nacional de Formosa.
Comentarios
Publicar un comentario