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NI FLORES, NI CONGRATULACIONES, por DANIA EVELIN YANACÓN*


                    Ni flores, ni congratulaciones, el 8M conmemora el “Día Internacional de la Mujer”, sus raíces se remontan a un sin fin de incansables luchas sociales y políticas que las mujeres han llevado adelante con el objetivo de ejercer plenamente sus derechos, en busca de la igualdad de género, incentivando su activa participación en la vida política, social, económica, civil y cultural. Su origen es difuso, sin embargo una de las primeras manifestaciones se produce en 1857, donde cientos de mujeres, todas ellas trabajadoras textiles, tomaron las calles de Nueva York alzando su voz en protesta por condiciones laborales humanas y salarios más justos, en respuesta las fuerzas policiales brutalmente arremetieron contra ellas asesinando a 120 mujeres. Años más tarde 15.000 mujeres, bajo la consigna “Pan y Rosas”, nuevamente vuelven a tomar las calles de Nueva York el 8 de marzo de 1909, exigiendo una mejor calidad de vida, seguridad económica, aumento de sueldo, disminución en la carga horaria, prohibición del trabajo infantil e incorporando el reconocimiento del derecho al voto femenino, este acontecimiento evidenciaría una lucha colectiva dejando al descubierto el respaldo mutuo entre obreras y sufragistas.

             Durante la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas llevada a cabo en 1910 en Copenhague (Dinamarca) se reencontraron 100 mujeres de más de 17 países, inspiradas en las manifestaciones y la constante lucha por sus derechos, proclamaron en honor a los movimientos femeninos el “Día Internacional de la Mujer Trabajadora”, a pesar de no establecerse una fecha fija para la celebración, al año siguiente el 19 de marzo se celebró el primer Día de la Mujer en cuatro países europeos: Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, aquel día miles de personas asistieron a actos políticos en los que se exigía la participación social y política de la mujer en un nivel de igualdad con el hombre, se reclamaba el derecho al voto, a ocupar cargos públicos, a trabajar, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

             Uno de los capítulos más crueles tuvo lugar un año más tarde, el 25 de marzo de 1911 en la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist, en New York, una colilla mal apagada tirada en un cubo de restos de tela causaría un incendio donde perderían la vida más de 100 trabajadoras textiles, en su mayoría mujeres inmigrantes de entre 14 a 43 años, los propietarios de la fábrica habían bloqueado todos los accesos con el fin de evitar robos, lo cual imposibilitó la salida de sus trabajadores, la causa de sus muertes serían las quemaduras e intoxicaciones, el impacto contundente  y muchas de ellas padecerían arrojándose por las ventanas desde el octavo, noveno y décimo piso del edificio, esta tragedia supuso nuevas normas de seguridad y salud laboral en el país.

             Luego de tantos años de lucha, finalmente en 1975 la Organización de Naciones Unidas oficializa el día “Internacional de la Mujer Trabajadora” el 8 de marzo, reivindicando la lucha de las mujeres por la igualdad de oportunidades. Actualmente cada 8M nosotras paramos, alrededor de 60 países convocan a un paro internacional, continuamos por la lucha para erradicar la violencia de género y lograr una igualdad, a través de diversas actividades colectivas activamos la conciencia femenina haciendo posible que nuestras demandas sean escuchadas en diversos ámbitos, ganando derechos, empujando  al cambio de tradiciones y de actitudes profundamente arraigadas que prolongan la discriminación.

     *Estudiante de Profesorado en Letras, y, Profesorado en Historia. Universidad Nacional de Formosa.


 

 

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