FILÓSOFO VATTIMO: AMÉRICA LATINA Y EL PAPA FRANCISCO EN EL CENTRO DE LA TRANSFORMACIÓN DEL MUNDO, por ALEJANDRO C. TARRUELLA*
América Latina y Argentina están en el centro de la creación
de pensamiento y el hacer, en la transformación pospandemia. Esto lo afirmó el
filósofo italiano Gianni Vattimo, en una conferencia sobre comunicaciones que
realizó la Universidad Nacional de la Plata, donde es Doctor Honoris Causa.
Vattimo
sorprendió una vez más por la originalidad de su pensamiento, y el lugar que
otorga a la América hispánica y en particular a la Argentina, en el mundo
pospandemia que se caracterizará por la multipolaridad a la que acaba de
ingresar el país con los recientes acuerdos de uso de divisas con China.
Gianni Vattimo reflexionó ante alumnos de comunicación que “la
renovación del mundo sólo puede venir de Latinoamérica, y en ese sentido, hay
que decir sólo en la Argentina veo una fuerte esperanza de libertad”. Y de
inmediato, abordó el conflicto ciencia-religión sin subrayarlo de este modo, al
incluir en su esquema de conducción del proceso de transformación al Papa
Francisco. “Para que haya esperanza hay que contemplar el mundo religioso, y el
Papa es el que puede guiar como líder la transformación del mundo. Un
compromiso popular, espiritual y religioso es lo que puede ayudarnos, por eso
la figura de Francisco es fundamental”.
En cierto modo, Vattimo distingue la originalidad de la América mestiza,
esa ambigüedad que el pensamiento eurocéntrico abandona en interés de poner en
el centro de escena a los decaídos valores occidentales, y se acerca –acaso sin
saberlo o sin considerarlo de este modo- al pensamiento de la filósofa
argentina Amelia Podetti.
Podetti consideraba que América confirmaba la universalidad del mundo,
nunca antes y sin su rol. El Papa Francisco es uno de los seguidores y
continuadores de ese pensamiento que consolida las mixturas étnicas, de
pensamiento y acción para superar la parálisis del pensamiento occidental, hoy
emplazado casi como una categoría en el manual de recursos para la acción de
las corporaciones. Con Vattimo y sus revelaciones, como con el Papa Francisco y
Podetti, se confirma el protagonismo americano como totalidad emergente que va
a ocupar un centro de escena que la globalización se empeña en desconocer.
El
filósofo fue aún más a lo profundo y analizó el papel de la lengua. Dijo
entonces: “Hoy la lengua de los pobres, del proletariado es el español. Si hay
una salud posible futura viene del mundo hispano hablante, no del mundo
anglosajón que está muy cerrado en sí mismo”, analizó Vattimo para de
inmediato, volver a transgredir el decir académico de dominación: “Yo espero
mucho de América Latina y sobre todo de Argentina. Exhorto a los periodistas en
formación a seguir y dirigir el movimiento de la opinión pública que ustedes
representan para que el progreso social sea posible”.
El notable filósofo italiano, dejó observar que para él, el pensamiento
se mueve en el oleaje del viento de las épocas. Y trazó su posición respecto
del rol principal del Papa nacido en la Argentina. Esbozó así que “la elección
del Papa Francisco es como una conclusión natural de las transformaciones
políticas de Latinoamérica de las últimas décadas. Porque si uno piensa lo que
ha pasado de nuevo e importante desde el punto de vista político, hay que tener
en cuenta los cambios en América Latina”.
Y este punto es un nudo principal del aporte del pensador, aspecto que
discrepa en lo profundo con la denigración permanente que ejercen ciertos
publicistas de la globalización, inclinados a la publicidad y el espionaje,
bajo la falsa cobertura del periodismo. Indirectamente, Vattimo cuestiona ese
ejercicio de confusión que se ejecuta contra los derechos a la información de
los pueblos.
Vattimo tuvo también un momento para el análisis del papel de los
comunicadores. La Universidad Nacional de La Plata es una escuela de formación
de periodistas con un sentido crítico profundo. La ocasión era la ideal para
tratar el asunto que abordó con rigor: “Yo como filósofo hermenéutico tengo un
especial interés en este congreso, porque me ocupo del problema de la
interpretación al igual que el periodista. Su tarea es muy importante en un
mundo actual de la comunicación. El periodista no sólo busca hechos, los
reconecta con la realidad. Me siento interesado particularmente en el
periodismo por mi tradición hermenéutica”. Y de inmediato, ahondó su
pensamiento en torno del valor de los hechos.
“Tenemos que saber que los hechos son siempre producidos por quienes los
orientan. La sospecha es fundamental ante lo que se presenta como obvio o
natural. El periodismo es una actividad de interpretación, de penetración de lo
que se presenta como natural”, señaló el filósofo.
Su idea ronda la resignificación del valor de la actividad del
periodista, y por eso es posible que remarque que “los hechos son siempre
producidos por quienes los orientan”, idea que sirve para reconocer el papel de
conducción negativa que realizan hoy los medios de comunicación, que llevan la
información en un sentido de orientar las consecuencias de una emisión. De ahí
que aporte la mirada filosófica, de pensamiento, para producir un cambio en la
mirada, en el papel y la determinación de lo que va a suceder en un cálculo de
probabilidades con posibilidad de certezas, que tiene la acción de los medios.
Hay que recordar que Vattimo sostiene en sus evaluaciones que “No hay
hechos, sólo interpretaciones. Todo pasa lejos de nuestra existencia inmediata;
sólo hay interpretación y mediación. Por ello la realidad me interesa como lo
no contestado”, y cierra su pensamiento al plantear que “la realidad no puede
difundirse porque aún no ha sido discutida”.
Vattimo tituló a su conferencia, “América Latina: esperanza de libertad”,
en una de las jornadas del IV Congreso de Comunicación y Ciencias Sociales
desde América Latina (Comcis), coordinada por la secretaria de Asuntos
Académicos de la UNLP, Ayelén Sidun.
Al presentarlo, Sidun destacó la actividad académica del pensador:
“Tenemos el honor de poder escuchar a uno de los mejores filósofos de la
historia posmoderna. Es un pensador valiosísimo en un mundo que parece
desmoronarse. Es un hombre comprometido con la sociedad actual”. El filósofo
participa de la corriente hermenéutica e inició su labor de profesor de
Filosofía Estética en 1964. En 1976 fue designado decano de la Facultad de
Lettere e Filosofia.
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