Julio, es un mes que para todos los
Argentinos tiene fechas conmemorativas de trascendencia, entre ellas, algunas
de júbilo como la Declaración de la Independencia (1816) y otra de
consternación como la muerte de quien fuera tres veces Presidente, fundador del
Movimiento Nacional Justicialista, el General Juan Domingo Perón (1974).
El cumplirse 46 años de su partida,
resulta oportuno traer al presente y señalar la vigencia de un legado que
posibilita la construcción diaria de una forma de vida digna.
Una mirada retrospectiva nos lleva
recordar que en Argentina, el día del trabajador se conmemora desde fines del
siglo XIX y que el primer acto se realizó en 1890, en el Prado Español de Buenos Aires,
y contó con la participación de numerosos movimientos obreros, integrados en su
mayoría por inmigrantes -alemanes, italianos, españoles y portugueses-.
Con este acto se inicia en el país la
tradición de recordar, cada 1º de Mayo, el “Día del trabajador”.
Hasta la Revolución de 1943, el conservadorismo liberal y
comprometido con los intereses extranjeros que gobernaban el País hasta
entonces, había sometido a las masas trabajadores a condiciones de labor casi
en el límite de lo humano.
EL PRIMER TRABAJADOR:
Con el ascenso del Gobierno
Revolucionario, Juan Domingo Perón ocupó un cargo no menos insignificante, la
Secretaría de Trabajo y Previsión. El lugar fue la fuente donde surgen formas
nuevas de relacionamiento con los trabajadores, entre las cuales se halla la
promulgación del Decreto 15.581, que suspende los efectos del Decreto 2.669 de
Asociaciones Profesionales, norma esta resistidas por los ferroviarios y
obreros organizados en general, como así también medidas reivindicativas a los
ferroviarios.
En pleno fortalecimiento de los lazos
entre el sindicalismo y Perón, en Diciembre de 1943, en Rosario (Santa Fe), se
realiza una Asamblea de Ferroviarios, con la Presencia del Secretario General
de la CGT, Perón y Mercante, donde Domenech, en oportunidad de hacer uso
de la palabra luego de hacer referencias a las cualidades y acciones
sobresalientes que se vienen desarrollando desde la Secretaria de Trabajo,
declara a Perón “PRIMER TRABAJADOR DE LA REPÚBLICA “(1)
En ese contexto a instancia de Perón
el 18 de noviembre de 1944 se promulga el Estatuto del Peón Rural, que
fue vehemente rechazado por la Sociedad Rural, las Confederaciones Rurales de
Buenos Aires y el Centro de Propietarios de Córdoba. Este Documento
revolucionaba las relaciones entre peones y patrones, poniendo al Estado como
árbitro de las situaciones laborales. Se terminaba una época.
Luego del 17 de Octubre de 1945,
aquella única revolución espontánea, popular, nacional y democrática, Perón
alcanzó la Presidencia de la Nación el 24 de Febrero de 1946. Un año más
tarde, el 24 de Febrero de 1947, el General Juan Domingo Perón, en un acto
organizado por la C.G.T. en el Teatro Colón de la Ciudad de Buenos Aires, proclamaba
los derechos del trabajador. Simbólicamente, Perón entregó el original de
ese documento a la custodia del Secretario General de la Confederación General
del Trabajo (C.G.T).
Los Diez Derechos del Trabajador
En ese documento se reseñaban los
llamados diez derechos básicos del trabajador: derecho al trabajo, a una
justa distribución, a la capacitación, a condiciones dignas de trabajo y de
vida, a la salud, al bienestar, a la seguridad social, a la protección de la
familia, al mejoramiento económico y a la defensa de los intereses
profesionales.
Estos derechos fueron posteriormente formalizados a través de un Decreto del Poder Ejecutivo Nacional, el día 7 de marzo de 1947, bajo el número 4865, y luego fueron incorporados en el artículo 37 de la Constitución de la Nación Argentina, sancionada por la Convención Constituyente el 11 de marzo de 1949. (2)
Junto al ascenso de nuevos derechos,
también consolidan valores que resultan trascendentes para la convivencia, como
resultan la afirmación de la solidaridad, lazos familiares y
fraternidad/compañerismo laboral, que resultan superadoras de los que caracterizan
al individualismo
El desarrollo de políticas sociales
activas e inclusivas, es asumida por la dirigencia sindical y la
concientización entre los trabajadores afianzan el vínculo entre el Peronismo,
generando un profundo sentimiento de solidez e importancia potencial del
conjunto del Movimiento Obrero, de pertenencia de clase, al grado de confirmar
en forma palmaria la existencia de los trabajadores como fuerza social dentro
del sistema, a partir de que desde la propia doctrina y filosofía permitía
(permite aun) la visión de una sociedad más digna y el rol vital en la
construcción de un futuro promisorio.
A 46 años de su partida, la vigencia
de su pensamiento, actos y doctrina, constituyen un legado que en nuestra
provincia es asumido y se refleja el desarrollo del “Modelo Formoseño”,
conducido por nuestro Gobernador, Dr. Gildo Insfran, generando también una
transformación de económica, cultural, y profundo contenido social promoviendo
y posibilitando mejores condiciones de vida para tod@s los formoseños.
Sec. Adjunto UPCN – Sec.Fsa.
(1) Fernández, R. C. Historia del Movimiento Obrero Argentino. ED. OCRUXSVES (1978).
- (2) Torre,
J.C. Ensayos sobre el Movimiento Obrero y Peronismo, Ed.S.XXI.,2012
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