Sin lugar a dudas habrá una primera etapa
en que se debe replantear este desafío que propone el aislamiento
obligatorio. Analizan el impacto de las tecnologías en la enseñanza y la
"caída de los muros" de la presencialidad.
La crisis
nos obligo a hacer una transición en cuestión de días y pasamos de una
educación presencial a una modalidad de distancia.
Se afronta
así una situación sin precedentes. Según la UNESCO existen alrededor de más de
mil millones de niños/ñas prácticamente fuera de la escuela. Nadie
ni institución educativa alguna espera esto, por lo que la respuesta no está
planificada por ningún establecimiento y, por el contrario casi
todos están con problemática creciente.
La
educación aentina, que en sus diversos sistemas provinciales y hasta
municipales, contiene 12,5 millones de niños, niñas y jóvenes, ( En Formosa superamos los
300 Mil alumnos) y 1,2 millones de docentes, pasó en 4
días de ser presencial a distancia (virtual o no, según los contextos y
posibilidades), por la crisis del coronavirus. Una capacidad enorme de mutación
de un sistema a otro, que si fuera realmente para todos y con presupuesto e
insumos, tendría una fuerza creativa entusiasmante. Como contrapartida, se
fueron vislumbrando muchas cuestiones como las debilidades materiales de la
enseñanza on líne. El límite elemental es que muchos de nuestros
alumnos no tienen ni la más mínima posibilidad de acceder a una computadora ó
celular de calidad y sobre todo a internet, gran parte de ello por
la irresponsabilidad del Gobierno Macrista que suspendiera el Programa
“CONECTAR IGUALDAD”.
Traigo a colación la frase de Copérnico:”saber lo que
no sabemos es el camino hacia el verdadero conocimiento”. Esto es difícil de
hacer cuando te quedas en Internet viendo vídeos de dibujitos
y gatos y páginas de Facebook. ”Hoy por hoy los
docentes están en el filo de la navajas. Están
replanteando la temporalización de las clases y piensan en formas de dar parte
del currículo cuando todo se había diseñado para el formato presencial.
Los docentes sobre todo los de
primaria, tienen poca experiencia enseñando online. Así que todo el mundo ha
estado trabajando contra reloj para tener las cosas listas. Al mismo tiempo, de
repente se sienten mucho más visibles (y mucho más responsables) con los padres
y con sus superiores. Conozco a docentes que han estado recibiendo todo tipo de
críticas de algunos padres por mandar demasiado trabajo, y también de otros por
hacer demasiado poco. Asimismo, algunos profesores saben que sus trabajos están
en la cuerda floja cuando golpee la recesión, así que tienen que “actuar online” para los claustros y equipos
docentes. Así que no es sorprendente que algunos profesores parezca que están
transmitiendo su estrés. No podemos culparlos por ello.
Según Neil Selwyn (1) “Hay muchas cuestiones que no se han
planteado durante la fase inicial de esta repentina conexión a la educación
digital. Por ejemplo la llamada “brecha digital de los
deberes”, el hecho de que grandes minorías de estudiantes no tengan buenos
dispositivos o conectividad para hacer las tareas en casa. Antes de la crisis,
sabíamos que casi uno de cada cinco jóvenes no tenía buena
tecnología para completar sus deberes. Ahora que todo el mundo ha sido arrojado
al mundo online, esto solo va a empeorar. Incluso familias con buenos recursos
tienen ahora a sus niños o padres peleándose por el uso de los dispositivos o
por el wifi.
La idea de hacer toda una
jornada de clases por videoconferencia es una quimera.
Y luego están las dificultades
mentales, emocionales y sociales de intentar aprender online aislado de tu escuela,
así como de tus compañeros de clase y profesores. Otra gran preocupación es que
las personas se van a quemar. Solo hemos hecho esto durante un par de semanas;
después de un par de meses, los alumnos, los profesores y los padres estarán
exhaustos. Aprender en línea es un trabajo mucho más duro que hacerlo de manera
presencial. Es muy importante que todo el mundo se dé cuenta de esto y que no
intente replicar el valor del trabajo que tiene un día “normal” en la escuela.
¡Necesitamos hacer menos, y hacerlo de forma distinta!..
“…La buena noticia es que
los docentes, los alumnos y las familias son buenos improvisando, adaptándose y
resolviendo los problemas. Todo lo que acabo de mencionar está empezando a
tratarse. Por ejemplo, las escuelas en la mayoría de los países están
ofreciendo alternativas en papel, permitiendo a los padres recoger
fichas de ejercicios para poder trabajar offline. Las familias y los colegios están organizando actos sociales en
línea para que los niños se relajen y puedan jugar con sus compañeros de clase.
Los gobiernos están trabajando con los proveedores de servicios para
proporcionar acceso gratuito 4G y eliminar los límites de banda ancha para
familias con problemas. Muchas personas están reaccionando rápidamente a esos
problemas y están intentando hacer todo lo que pueden en una situación tan mala “!
En jurisdicción de nuestra
provincia, hay que rescatar y puntualizar la importancia del programa educativo
provincial. La visión de un Gobierno que además de mejorar las condiciones
edilicias de los lugares de enseñanzas con la construcción de más
de 1370 establecimientos distribuidos en toda la geografía
provincial, también doto a cada uno de ellos con tecnología y amueblamiento
acorde a la labor que se desarrollan, de forma tal que el docente y el alumnos
cuenten con las condiciones indispensables para desarrollar su labor y se pueda
brindar y acceder a una educación de calidad, equidad e igualdad.
En esa línea el Ministerio de
Educación promueve entre otras acciones, el diseño y desarrollo de recursos y
aplicaciones on y off line, en distintos soportes,
en diferentes medios, con distintos mecanismos. Para ello, propicia
la utilización de medios radiales y canales de televisión para
desarrollar y distribuir contenido educativo.
EL FUTURO:
Un
trabajo de la Universidad Nacional de Cuyo (2), sostiene que resulta
“...Es indiscutible que las herramientas sincrónicas (chats, videoconferencias
en tiempo real) otorgan un valor mayor en la posibilidad de interacción
social y cognitiva. No obstante, para que esto sea así, se deberá tener en
cuenta el componente tecnológico, la conectividad, la aplicación. Si la
tecnología obstaculiza o dificulta el encuentro, entonces será mucho mejor
recurrir a espacios de comunicación asincrónica...” También sugiere que “…La
implementación de prácticas educativas virtuales, el entretenimiento, el
teletrabajo, el gobierno electrónico, todos generan un tráfico en la red para
el que no estaba preparada. La situación de aislamiento colabora con el uso de
más datos, más megas, más tráfico. Se hace necesario un uso responsable de la
red para beneficiar a tod@s. ...” y a modo de conclusión señala: “…El Estado,
las instituciones y l@s docentes tenemos la obligación –en diferentes grados y
niveles de responsabilidad– de promover y garantizar el derecho a la educación
para tod@s. Residentes y aun visitantes digitales buscarán a través de
sus características de inmediatez, instantaneidad, extimidad, multitareas,
multiplataforma, asumir su vida en los escenarios digitales sin más
preocupaciones que “estar conectados”, pero están las personas que no
están conectadas. Entonces, el desafío los deberá encontrar a ellos
primero, debemos dar respuesta para garantizarles el derecho a la educación:
primero el Estado, luego las instituciones y finalmente los equipos docentes.
De no hacerlo, estaríamos siendo cómplices de profundizar las desigualdades
sociales, pero de no hacer nada, mucho más aún…” Sin duda todo un desafío
a asumir ante los cambios que se producirían, tanto en la educación,
la cultura, la económica y lo social, entre los que seguramente también está
presente la regulación laboral.
Un
antecedente que vienes desde la historia refiere que la peste que azoló Europa
en la Edad Media tuvo como efecto colateral el inicio del quiebre
del régimen feudal que imperaba en el Medioevo y surgimiento del
periodo renacentista. El ascenso de la burguesía y el desarrollo de
la técnica, constituyen las señas de identidad del Renacimiento, muy vinculado
al avance paralelo de la ciencia. Las máquinas reducen la cantidad de fuerza y
trabajo necesaria, y aparecen para servir a una clase determinada, la
burguesía, que encuentra en ellas una respuesta concreta a sus necesidades. En
el ascenso técnico impera un cambio esencial de mentalidad, puesto que el
trabajo manual –las artes mecánicas– era despreciado durante la Edad Media.
Leonardo da Vinci lo reivindica cuando asegura: “A mi parecer, son vanas y
llenas de errores las ciencias que no han nacido de la experiencia, madre de
toda certidumbre, y que no acaban en una experiencia definida”. Ciencia y
técnica van de la mano, y buena prueba de ello son los cálculos del arquitecto
y escultor Filippo Brunelleschi, previos a la construcción de la cúpula de
Santa María del Fiore, en Florencia. Es decir, existe una señal concreta que
evento de la magnitud como que actualmente afecta a la humanidad toda, genera
cambios profundos.
HORIZONTES POSIBLES. DESDE EL PARADIGMA DEL CUIDADO HASTA EL GRAN
PACTO-ECOSOCIAL Y ECONÓMICO (3)
El año de la gran pandemia nos instala en una encrucijada
civilizatoria. Frente a nuevos dilemas políticos y éticos, nos permite repensar
la crisis económica y climática desde un nuevo ángulo, tanto en términos
multiescalares (global/nacional/local) como geopolíticos (relación Norte/Sur bajo un nuevo
multilateralismo). Podríamos formular el dilema de la siguiente manera. O bien
vamos hacia una globalización neoliberal más autoritaria, un paso más hacia el
triunfo del paradigma de la seguridad y la vigilancia digital instalado por el
modelo asiático, tan bien descripto por el filósofo Byung-Chul Han, aunque
menos sofisticado en el caso de nuestras sociedades periféricas del Sur global,
en el marco de un “capitalismo del caos”, como sostiene el analista boliviano
Pablo Solón. O bien, sin caer en una visión ingenua, la crisis puede abrir paso
a la posibilidad en la construcción de una globalización más democrática, ligada
al paradigma del cuidado, por la vía de la implementación y el reconocimiento
de la solidaridad y la interdependencia como lazos sociales e internacionales;
de políticas públicas orientadas a un “nuevo pacto eco-social y económico”, que
aborde conjuntamente la justicia social y ambiental.
Las crisis, no hay que olvidarlo, también generan procesos de <liberación
cognitiva>, como dice la literatura sobre acción colectiva y Doug McAdam en
particular, lo cual hace posible la transformación de la conciencia de los
potenciales afectados; esto es, hace posible superar el fatalismo o la inacción
y torna viable y posible aquello que hasta hace poco era inimaginable. Esto supone
entender que la suerte no está echada, que existen oportunidades para un acción
transformadora en medio del desastre. Lo peor que podría ocurrir es que nos
quedemos en casa convencidos e que las cartas están marcadas y que ello nos
lleve a la inacción o a la parálisis, pensando que de nada sirve tratar de
influir en los procesos peor que podría suceder es que, como salida a la crisis
sistémica producida por la emergencia sanitaria, se profundice <el desastre
dentro del desastre>, como afirma la feminista afroestadounidense
Keeanga-Yamahtta Taylor, recuperando el concepto de Naomi Klein de “capitalismo
del desastre”. Hay que partir de la idea de que estamos en una situación
extraordinaria, de crisis sistémica, y que el horizonte civilizatorio no está
cerrado y todavía está en disputa.
L@s docentes, una vez más, nos ponemos a disposición de lo que
nos toca enfrentar, por ell@s, por nosotros, por nuestra Patria… El esfuerzo,
el trabajo, la dedicación y el amor de cada docente que nos encontramos
buscando como sea, inventando, errando, vuelta a inventar, enloqueciéndonos,
despotricando, y así… solo con el único objetivo de llegar a nuestr@s
estudiantes. Hoy nos toca vivir estos tiempos de convulsión global y a la
vuelta de la pandemia nos encontrará reinventando-nos para pensar en una
educación que vuelva a reconocer en el OTRO, y en sus realidades físicas y
virtuales, su mejor piedra fundante.”
NOTAS
1) Neil
Selwyn ¿Deberían los robots reemplazar al maestro?
2) UNCUYO:
” Repensar
la educación en tiempos de pandemia”.
3) Stampa,
Silvia: “La Educación del futuro”.
*Lic.
Faustino “Yiyo” Duarte (Sec.Adj. UPCN-Fsa.)
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