En los últimos años, el
problema de la desigualdad a nivel global, se ha intensificado, o también
podemos decir, ha empeorado, dado los intereses de las grandes mayorías de los
pueblos del mundo.
Algunos autores –como el
mexicano Francisco Vega Oviedo-, y organismos internacionales, dan cuenta de un
renovado término, como es la plutonomía, vocablo que alude a
riqueza, fortuna, abundancia (plutos), y distribución, repartición,
asignación (nomos), es decir, inmensa abundancia, por un lado, y a la capacidad
de redistribuir esas riquezas, por otro.
Es muy conocido en el
planeta, cómo las personas, familias, más ricas de cada país (apoyados
fuertemente por el sistema neoliberal global), hacen ostentación de esa
entidad, mientras nada se conoce acerca de la distribución que pudieran
realizar a favor de personas, territorios, entidades, con enormes necesidades,
que sin embargo, son invisibilizados por estos personajes, que no sólo no
contribuyen con alguna ayuda social, sino que en muchas ocasiones utilizan el
poder económico que poseen, para obrar en beneficio propio y/o para perjudicar
a otros actores sociales de menor condición social, y menor poder.
En la Argentina, como se
observa en estos días de marzo de 2020, entre los sectores más adinerados, se
encuentran a los terratenientes, dueños de grandes extensiones de campos (algo
a revisar en algún momento), quienes no están dispuestos a pagar impuestos por
la actividad exportadora que realizan -algo que si ocurren en los países más
desarrollados-, ni tampoco realizan distribución alguna. En el recordado
conflicto de este sector con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, en
2008, algún representante del campo, expresó, que (no es literal), “nos quieren
sacar mucho dinero, si es por hacer obras, las hacemos nosotros”. Bien, de
todos los abultados ingresos que obtuvieron en los últimos cuatro años, por
ejemplo (cuando no pagaron retenciones, como lo hacían antes), no se conoce
ninguna acción de distribución, ayuda social, ni contribución a hospitales, entidades
de beneficencia, escuelas, universidades o entidades públicas o privadas
alguna.
En Formosa, existe
también un segmento social conformado por sectores propietarios de
grandes extensiones de tierras, varios logrados adjudicaciones poco claras durante
el régimen militar que gobernara entre 1976/1983, cuando el Instituto
Provincial de Colonización y Tierras Fiscales, estaba a cargo de un nefasto
coronel de apellido López, que despojo de sus hogares y ámbito
productivos a un millar de familia, en toda la geografía provincial.
Una muestra palmaria de
insensibilidad de los sectores se refleja en la avaricia que los
caracteriza y a irresponsabilidad con que se desenvuelven con relación a
la política de protección del medio ambiente, cuando propician o impulsan
quemas en los campos para, así, ahorrar una irrisoria suma en el
pago de desmalezamiento. También recientemente un Empresario se manifestó
en calificar de “MUY POCO” el porcentaje de incrementos salarial
dispuesto por el Gdor., GILDO INSFRAN y tal vez, en termino
económico pueda resultar poco, lo cierto es que se procura una cobertura
económica que permita dar una respuesta positiva inmediata, hasta tanto se
resuelvan los problemas de reformulación y aprobación del Presupuesto Nacional
y él en el orden provincial.
Entonces la plutonomía se
acentúa, los más ricos, son cada vez más ricos, cualquiera sean los gobiernos
de turno, y los pobres son cada vez más pobres, solo morigerados en su
situación, cuando existen gobierno populares, como el que desde el 10
diciembre próximo pasado liderado por el Cro Dr. Alberto FERNANDEZ, a nivel
nacional y en la jurisdicción provincial, conducido por el Dr., Gildo INSFRAN,
cuya matriz lo constituye la fuerte inclusión y la equidad
económica y social…
En
resumidas cuentas, la plutonomía –como plantea F. Vega Oviedo-, es la suma de
una desigualdad extrema; el hermetismo de su élite; que no haya redistribución
de la riqueza (por el consumo de bienes de lujo); y la escasa representatividad
de los grupos debido a la corrupción entre las élites política y económica. Y
quien tiene las facultades de resolver este problema es, evidentemente, la
administración pública.
* Licenciado en Historia. Secretario
Adjunto UPCN, Sec.Fsa.